miércoles, 29 de julio de 2009

¡Tajantemente negamos haber entregado dinero a ninguna campaña electoral de ningún país vecino!

Respuesta de las FARC-EP al señor presidente de la República de Ecuador Rafael Correa


La invasión militar gringa:

1. La autorización presidencial para instalar 5 nuevas bases militares estadounidenses en territorio colombiano es un acto de alta traición a la patria, una afrenta a la dignidad nacional y a la memoria de todos los mártires del ejército libertador de Bolívar que entregaron su vida luchando contra el yugo del imperio colonial y por la independencia.

2. Luego del rotundo fracaso del Plan Colombia y del acrecentado sentimiento anticolonial que recorre a Latinoamérica, no hay duda que esta nueva etapa de la invasión gringa tiene como objetivo principal a la insurgencia revolucionaria, a tiempo que se constituye en cabeza de puente de una guerra, dirigida desde Washington, contra gobiernos, países y pueblos hermanos que luchan consecuentemente por un desarrollo soberano y por la integración latinoamericana.

3. Los anuncios sobre el escalamiento de la invasión norteamericana a Colombia se hacen en medio de nuevos escándalos de corrupción practicados por la pandilla uribista desde el Palacio de Nariño, corruptelas que avergüenzan al país ante el mundo y que llenarán de rabia e indignidad a las futuras generaciones por el ánimo sanguinario, el cinismo, la avaricia y la impudicia que caracterizan a la mafia que hoy gobierna al país.

4. Como nueva cortina de humo y buscando agredir al señor presidente del Ecuador Rafael Correa, Washington y Bogotá manipularon un video de las FARC sacando de su contexto el documento. Tajantemente negamos haber entregado dinero a ninguna campaña electoral de ningún país vecino.

5. Nuestra decisión de lucha por una paz democrática y por la Nueva Colombia, está más alta que nunca. El pueblo de Colombia y de toda Latinoamérica y el Caribe sabrá responder, como lo evidencia nuestra historia, ante esta nueva agresión del imperio del norte y de sus cipayos.

La Patria se respeta, ¡fuera yanquis de Colombia!
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, julio 25 del 2009


Carta abierta a Colombianas y Colombianos por la Paz, a los partidos y movimientos de oposición democrática, al movimiento social, a las centrales de trabajadores, al campesinado, al estudiantado, a los indígenas, a los afro descendientes, a las minorías étnicas, periodistas, militares patriotas y desplazados...


Compatriotas:

A partir de la llegada al gobierno de Álvaro Uribe Vélez, en Colombia surgió una NUEVA DERECHA, neoliberal y antidemocrática que pretende perpetuarse en el poder, se presenta sin careta y esgrime abiertamente sus propósitos de gobernar para los más ricos sin esconder sus intenciones anti populares de arrebatar y desmontar una a una, todas las conquistas sociales alcanzadas por la clase obrera y los trabajadores a lo largo de históricas jornadas de lucha.

Esa nueva derecha, ultra, que no vacila en recurrir a métodos gansteriles, está representada por el Uribismo y sus diferentes facciones que compiten entre sí, para disputarse cuál es más reaccionaria que la otra, pero todas identificadas con el pensamiento retardatario del presidente Álvaro Uribe de gobernar exclusivamente a favor de una élite del capital financiero, del nuevo gamonalismo castrense y paramilitar, los terratenientes, el sector monopolístico de la producción y el capital extranjero, otorgándoles toda clase de beneficios y gabelas, a costa de recortar y afectar los derechos e intereses de los trabajadores, consolidar la contrarreforma agraria alcanzada a sangre y fuego por el paramilitarismo estatal y mafioso, al precio de centenares de masacres y el desplazamiento forzado de cerca de 4 millones de campesinos pobres, legalizar los dineros de la mafia y empotrar en Colombia un régimen autoritario perdurable y de sesgo fascista.

La presencia de esta nueva derecha intolerante y mafiosa ha cambiado el mapa político del país y amenaza el futuro democrático de la nación.

Características principales de esta nueva derecha la constituyen:

- El monopolio mediático y manipulador de la información, su militarismo desmedido y su afán por hacer de Colombia un Estado Policivo, que lleva registro detallado y minucioso de la vida privada de cada colombiano incluyendo a jueces y Magistrados.

- Su antisocial y profundamente anti popular política neoliberal y su menosprecio por las reivindicaciones y necesidades de la gente humilde, excusada en la misma concepción que esgrimía Mussolini en sus peroratas fascistas: “El pueblo no necesita mantequilla sino cañones”.

- Su condición de genuflexo y su entrega sistemática a los intereses del Imperio, manifiesta en su alineamiento total con los actos de la política exterior agresiva de los Estados Unidos y en su afán por cumplir en América el papel que Israel, como Estado terrorista, cumple en la geopolítica del Medio Oriente.

- El desconocimiento de los más elementales derechos de sus opositores, a quienes califica de “terroristas” de civil o de aliados de los “terroristas”, pues según la “inteligencia” oficial, todos los movimientos sociales estarían penetrados por la guerrilla.

- Su comprobada alianza con el paramilitarismo y la mafia en todos los niveles, el desconocimiento metódico de las reglas del juego y de la Constitución que juró defender, el chantaje a las Cortes y al Congreso, el empleo del servicio diplomático para pagar favores políticos y blindar delincuentes y paramilitares amigos suyos, así como su marcado autoritarismo, aunado a sus pretensiones mesiánicas, vengativas, personalistas y abusivas del poder, son otras de sus características.

Para nadie es secreto que la democracia “a la colombiana” siempre ha sido más que “restringida” y oligárquica, en razón de su rígido presidencialismo y del excluyente bipartidismo que aún la caracterizan.

Aquí jamás ha habido democracia real sino un remedo de la misma, en la que ha sido decisivo el empleo de la guerra sucia y el peso político de la voluntad del Ejecutivo, siendo esto lo que ha impedido en buena parte, que aparezcan y se consoliden fuerzas políticas alternativas de masas y una oposición.

Siempre hemos tenido un régimen presidencial, que ha venido remachando sus grilletes a todo lo largo del siglo XX, pero lo nuevo, es que ahora parece estar alcanzando su plenitud y perfección despóticas en este reinado militarista de Álvaro Uribe que quieren imponernos.

No es mera casualidad que con Uribe haya llegado a la presidencia de la República el Opus Dei, el sector más reaccionario de la iglesia.

Nadie podrá desvirtuar nuestra aseveración de que Álvaro Uribe -trabacalero y experto en falacias- ha convertido la presidencia de la República en catapulta para sus intenciones personalistas-reeleccionistas. Todo acto, toda acción que realiza como mandatario, o que deja de ejecutar, tiene el marcado y específico propósito de conquistar votos y de hacerse reelegir.

Este gobierno convirtió su mandato en descarado directorio político de su campaña reeleccionista y avanza a reimplantar en el Congreso una ley de inmunidad que asegure la impunidad para él y para todos sus compinches.

Sin siquiera esperar la aprobación de la Ley que le permita su segunda reelección, lo vemos lanzado en campaña por un tercer mandato, apelando a los métodos gansteriles de espionaje político a sus opositores y utilizando todos los recursos estatales de que dispone. No hay duda alguna, en los próximos comicios presidenciales, el Estado fungirá de Gran elector.

Unido a esto, es indiscutible que existe la pretensión y el proyecto de formar un partido de la ultraderecha ya no como la unión de distintos retazos ideológicos, sino una compacta organización Neoliberal en lo económico, ultramontana en lo ideológico y antidemocrática en lo político y social para que sea el instrumento político de la dictadura en ciernes.

El proyecto de Nuevo Estado de Uribe pretende establecer un tipo de legalidad diferente a la vieja legalidad que ha existido y en la práctica, otorgar al Presidente un nuevo poder: el de auto elegirse.

Ya se re-eligió una vez con métodos ilegítimos, lo que pretende ahora es poder hacerlo siempre.

El principio de las tres ramas del poder público con distintas funciones y competencias, pretende ser sustituido por el principio autoritario de la concentración en el Ejecutivo del control de todas las funciones estatales.

Las continuas arremetidas contra las altas Cortes indican que existe el objetivo de tener una justicia dócil y sometida a la voluntad del ejecutivo.

No olvidemos que en el Referendo rechazado por el pueblo en el primer gobierno de Uribe, se incluía la eliminación de la Corte Constitucional y se sugería una justicia militar con jurisdicción para juzgar a civiles a través del Estatuto Antiterrorista, que a pesar de haber sido derogado por la Corte Constitucional, se aplica diariamente en Colombia en las llamadas zonas de orden público, donde se realizan empadronamientos, se despliegan razzias contra la población civil y se recurre al racionamiento de alimentos y de medicinas indispensables de modo arbitrario y abiertamente anticonstitucional.

¿Qué norma constitucional autoriza al ejército a racionar la compra de alimentos y a colocar calcomanías invitando a la deserción en todas y cada una de las facturas de remesa que compran los campesinos, como si todos ellos fueran guerrilleros?

Con el embeleco de una pretendida Seguridad nacional, las seculares y ya recortadas libertades individuales, lo mismo que los derechos sociales y hasta los ecológicos van desapareciendo y en su lugar emerge la razón de Estado. El Estado de la “Seguridad Democrática”. La tendencia es a sustituir la vieja democracia liberal por una nueva democracia autoritaria, en cabeza de un déspota autoritario: Álvaro Uribe.

Para su primera reelección, con el cinismo de un sofista, Uribe engatusó a millones de electores con el cuento de que a través de su política de Seguridad Nacional, la derrota de la guerrilla estaba a la vuelta de la esquina y hasta le puso plazo: 18 meses, después de los cuales, Colombia sería una Arcadia de Paz.

Cuando los hechos demostraron lo contrario, pidió más sacrificios y un nuevo mandato, porque según él y sus áulicos, la victoria estaba a la vuelta de la esquina y estábamos en “el fin del fin”, solo necesitaba un nuevo mandato de otros 4 años, para que Colombia pasara a ser la “Ciudad del Sol”.

Ahora dice que se necesitan 4 años más porque “la culebra está viva” y cuando la insurgencia los golpea, los generales salen a asegurar que son los “últimos coletazos” del terrorismo. Con estulticias como esas, tapan el fracaso de su política de seguridad.

Y así, de mentira en mentira, vamos a completar 8 años de un nefasto mandato durante el cual ha pasado de todo:

En el curso de estos años, el país supo que las oficinas de inteligencia del Estado (DAS) le fueron entregadas al paramilitarismo. Allí se elaboraron listas de sindicalistas, académicos y activistas sociales a quienes los sicarios debían asesinar y que efectivamente fueron asesinados, llegando a alcanzar el triste récord de ser Colombia el país donde más sindicalistas se asesina.

Truculencias, sobornos y cohecho para hacerse reelegir, masacres y crímenes de lesa humanidad disfrazados de “falsos positivos”, espionaje político sistemático a Magistrados, líderes de oposición, cívicos y sindicales, a jueces, periodistas y a gente del común, que disfrazó como chuzadas, despojo violento de 6 millones de hectáreas de tierras a millones de campesinos mediante terror paramilitar y desplazamiento forzado que disfrazó de “migración voluntaria”, y como en vez de paz, lo que tenemos es más miseria y más terror oficial, ahora dice que “la culebra sigue viva” y necesita otros 4 años para consolidar su régimen policiaco, militarizar más y más el país y perpetuar su dictadura.

La Colombia gobernada por Uribe es el único país del mundo donde se comprueba que 85 parlamentarios oficialistas son paramilitares y no pasa nada. Simplemente reducen el problema a unos procesos penales corrientes que culminan con benignas condenas sin mayores consecuencias políticas.

Solo una cuestión no deja dormir a Uribe y la casta dirigente: que con todos esos congresistas suyos metidos en la cárcel, el gobierno corre el riesgo de perder sus mayorías. Por eso sale apresurado a pedirles que voten sus proyectos antes que los metan presos. Tamaña inmoralidad no se había visto nunca.

Está claro que Uribe pretende prolongar su mandato no hasta el 2014, sino hasta el año 2019!

Para comprender tan demencial propuesta, hay que conocer, los meandros de su carácter, al igual que su fanatismo ultramontano orientado por el Opus Dei y penetrar su atravesada personalidad alimentada por odios viscerales y un egoísmo mesiánico.

Es necesario desenmascarar el engaño: detrás de la lucha contra el llamado “terrorismo”, se encuentra agazapado el propósito de montar una cerrada democracia autoritaria a lo Fujimori. Y la “guerra total contra el terrorismo” no es más que el camino para su realización. He aquí la almendra del proyecto político del uribismo.

Hay muchos que piensan, algunos desde posiciones revolucionarias y seguramente con sinceridad, que si no fuera por la existencia de las guerrillas, Colombia estaría recorriendo un camino alfombrado rumbo a la más "profunda" democracia. No los descalificamos, pero los invitamos a reflexionar:

¿Será esta una conclusión objetiva sacada del estudio de nuestra historia política?

¿No es esto desconocer el modus operandi de la oligarquía colombiana a través de toda la vida republicana?

¿Acaso se piensa que las guerrillas en Colombia surgieron por generación espontánea?

¿Acaso no conocemos y conoce el pueblo colombiano a los promotores de la política de sangre y fuego con la que se inauguró la Violencia de la que no aún hemos salido y fue la causa del origen de las guerrillas?

¿No está demostrado hasta la saciedad que el paramilitarismo es una estrategia de la oligarquía para desarrollar la guerra sucia contra el pueblo y esconder su mano criminal?

¿O será que vamos a creer el cuento sacado de la mochila paisa del "sociólogo” Álvaro Uribe, de que aquí no hay conflicto armado sino la agresión de unos terroristas contra la “democracia profunda” que él dirige, porque los revolucionarios dizque ya no defienden ideales sino que son narcotraficantes?

Colombia necesita encontrar los caminos que conduzcan a poner fin a esta guerra entre hermanos, senderos de reconciliación que nos lleven a Acuerdos de Paz.

Los integrantes de las FARC-EP hemos luchado y continuaremos haciéndolo, con denuedo, con entrega y sacrificio por alcanzar acuerdos que ayuden a construir una patria en la que quepamos todos. Jamás hemos proclamado el principio de la guerra total ni de la guerra por la guerra ya que nuestros objetivos son los de lograr cambios profundos en la estructura social de Colombia, que tengan en cuenta los intereses de las mayorías nacionales y de los sectores populares y por desmontar un régimen político criminal, oligárquico, oprobioso, corrupto, excluyente e injusto como está consignado en nuestra Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia.

Con toda la sinceridad que corresponde a nuestro compromiso con el cambio social y la lealtad que le debemos a nuestro pueblo, le aseguramos a todos quienes llaman a la claudicación, que no vamos a desistir después de más de 40 años de lucha, ni a aceptar una falsa paz "gato parduna" donde la minoría oligárquica continúe acaparando todas las riquezas, mientras las grandes mayorías nacionales quedan aplastadas por el peso de la pobreza, el terror militarista, la miseria y la degradación moral de una clase dirigente corrupta hasta los tuétanos.

No traicionaremos los sueños de justicia de la Colombia que clama por la paz con justicia social, ni la memoria de los miles de muertos ni a las víctimas de las innumerables tragedias que ha ocasionado esta cruenta guerra declarada por la oligarquía al pueblo desde hace más de 50 años. No tenemos alma de trepangos ni de componenderos.

El próximo acuerdo de paz que se alcance en Colombia no puede ser como el firmado en Santo Domingo, que es el mejor ejemplo de cómo no se llega a la paz.

Acuerdos de paz sí, pero, el punto cardinal es: ¿con o sin cambios estructurales en lo político y social?

¿Democracia o autoritarismo?

Una paz entendida solo como mera reconciliación de los espíritus, no solo es una irresponsable fantasía y un crimen, sino un retroceso histórico en los anhelos del pueblo colombiano por alcanzar la justicia social.

Dentro de ese contexto es pertinente debatir el papel de las organizaciones democráticas en la solución del conflicto social y en unas eventuales conversaciones de paz, para impedir el engañoso sofisma de que solo las organizaciones de los ricos representan a la “sociedad civil” y a la clase obrera la representa Angelino Garzón.

Llamamos a todos los patriotas y demócratas de Colombia, a intercambiar sobre estos temas para impedir el establecimiento perpetuo de una dictadura o un gobierno totalitario y despótico.

Los invitamos a trabajar por un Gran Acuerdo Nacional de Paz, a construir una alternativa política que privilegie la paz, convoque al diálogo, instrumente una tregua bilateral y proceda a suspender de inmediato la presencia de tropas estadounidenses en nuestro territorio. Que una vez alcanzados los acuerdos con el protagonismo de las organizaciones sociales y políticas, convoque una Asamblea Nacional Constituyente que refrende lo acordado.

Impidamos entre todos que en Colombia el pueblo pierda todas las conquistas alcanzadas a través de sus justas luchas y que la guerra sea el Modus Vivendi de nuestra sociedad, solo por la intransigencia oligárquica de impedir a toda costa que en Colombia haya cambios estructurales que beneficien a las mayorías nacionales y de perpetuar un régimen político que todos sabemos es injusto, inmoral y antidemocrático.

Compatriotas,

Secretariado del Estado Mayor Central- FARC-EP
Montañas de Colombia, julio del 2009

Uribe, el terrorista... Comunicado de la Comisión Internacional de las FARC-EP


En la foto, con su fusil, Iván Márquez, jefe de la Comisión Internacional insurgente, a su lado el guerrillero Rodrigo Granda, foto archivo de RESISTENCIA.

La alharaca del presidente Uribe de hace unos días ante la orden de captura contra el ex ministro Juan Manuel Santos, librada por el juez de Sucumbíos, tiene que ver con el espanto de mirarse en su propio espejo futuro. De inmediato salió a decir que ese era un ataque contra el país. ¿Desde cuándo el ministro de los “falsos positivos” y del terrorismo de estado se convirtió en la encarnación de Colombia? No señores. Santos debe responder por el homicidio de Franklin Aisalia. El ciudadano ecuatoriano fue capturado vivo en su propio país y traído a Colombia luego de ser asesinado a golpes con objeto contundente, como lo determinó la experticia de la Fiscalía de la hermana nación.

La imagen que proyecta Uribe es la de un loco acusando a todo el mundo de terrorista: tanto a personas como a gobiernos; pero el verdadero terrorista es él. Uribe fue elegido presidente con los dineros y la intimidación de las armas de los terroristas paramilitares y narcos. Es el autor de la actual hecatombe humanitaria de Colombia. Hoy le ha permitido al terrorismo trasnacional de los Estados Unidos, en repudiable acto de traición a la patria, instalar en el país sus bases de agresión que apuntarán no sólo contra el pueblo, sino contra los gobiernos progresistas del continente.

Cuando viajó al Canadá lo hizo con una carpeta repleta de terroristas imaginarios demandando su extradición. Eran los familiares de Raúl Reyes que forzosamente tuvieron que asilarse en aquel país ante la irracional persecución del tirano. Sus ojos, el copete alterado, el chillido de su voz son el talante de un hombre síquicamente deteriorado. El mono sabe en qué palo trepa y por esa razón no se le ocurrirá jamás bombardear al Canadá, como lo hizo con Ecuador.

Vale la pena que se evalúe la salud mental de este Presidente, quien se cree el propio McCarthy, en persona, abogando más allá de las fronteras por la criminalización del pensamiento. Con la anuencia del gobierno de Calderón sacó de México al profesor universitario Miguel Ángel Beltrán acusándolo de ser integrante de las FARC, cuando no lo es y nunca lo ha sido. Ahora pide a través de un juez la extradición de la estudiante mexicana Lucía Morett bajo el mismo cargo, cuando lo que debe es responder por su infame agresión contra ella, por lesiones personales, y por el cobarde asesinato de cuatro estudiantes mexicanos.

A Uribe lo esperan los tribunales. Hay siete relatores de Naciones Unidas en Colombia investigando los “falsos positivos” o crímenes de Estado, el desplazamiento forzoso, las detenciones masivas, su injerencia en el poder judicial y su obstrucción a la justicia. Anda desesperado buscando impunidad. Muchos de sus seguidores ya están dando un paso al costado. Por eso es comprensible que se la juegue a muerte por su lugarteniente Santos.


Comisión Internacional de las FARC-EP
Montañas de Colombia, julio 25 de 2009

sábado, 25 de julio de 2009

Golpe de estado en Honduras... Las FARC-EP expresan su solidaridad combatiente con la justa lucha del pueblo de Morazán!

[Dibujo del caricaturista Martirena, tomado de toon-pool]

Desde las montañas rebeldes de Colombia nos sumamos al concierto de voces que rechazan el golpe militar contra el gobierno del presidente Zelaya en Honduras. La resurrección de los golpes de cuartel en esta nueva era, nos está indicando a todos que la Doctrina de Seguridad Nacional continúa vigente como política imperial para América Latina.

La Casa Blanca no vacilará en recurrir a los gorilas si con ello puede frenar el avance de las fuerzas progresistas en el continente y asegurar su predominio. La insípida condena del gobierno de Washington al golpe, no lo salvará de la sospecha; es sólo retórica displicente. Su verdadera preocupación es geopolítica y apunta sus miras contra el ALBA, la Alianza Bolivariana para las Américas, que cuestiona el expolio y sus espacios coloniales en el hemisferio. Hoy la prioridad del Departamento de Estado es la reorganización de sus peones ultraderechistas para oponerlos al sentimiento y a las tendencias patrióticas que a 200 años del grito de independencia, insurgen nuevamente en Nuestra América.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, al tiempo que expresan su solidaridad combatiente con la justa lucha del pueblo de Morazán, que finalmente derribará la tiranía, llama a los pueblos y gobiernos progresistas de la América de Bolívar a cerrar filas en torno a la bandera que convoca a la lucha por la independencia, la libertad, la soberanía y la conformación de la Patria Grande, contra las ambiciones neocoloniales del más poderoso imperio de la tierra. “Unidos seremos fuertes y mereceremos respeto; divididos y aislados, pereceremos”, es la advertencia del padre Libertador.

Repudiamos la doble moral del régimen mafioso de Bogotá presidido por Uribe, que públicamente condena el golpe, pero en privado recibe en el Palacio de Nariño a los golpistas, reconoce al gobierno de facto y con éste proclama su hermandad en el odio visceral contra la Revolución Bolivariana de Venezuela y el liderazgo hemisférico del Presidente Chávez.

Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, julio 23 de 2009

lunes, 20 de julio de 2009

Carta del Secretariado a la Senadora Piedad Córdoba: Recibimos con expectativa la autorización que le otorgó el gobierno!


Senadora PIEDAD CÓRDOBA, Bogotá

Cordial saludo,

Recibimos con expectativa la autorización que le otorgó el gobierno para, llegado el momento del canje, recepcionar los militares y policías que mantenemos en condición de prisioneros de guerra.


Es el pleno reconocimiento oficial a la seriedad de sus gestiones humanitarias. Si el presidente, públicamente, la facultó para desarrollar esa trascendente misión en compañía de la iglesia y el CICR, seguramente muy pronto nos hará conocer una propuesta acerca de las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que, sus delegados y los nuestros, van a poder precisar los términos de un acuerdo de canje que permita la liberación de los prisioneros de guerra del Estado y de la guerrilla.


Mientras se produce ese pronunciamiento presidencial podemos organizar para que reciba al cabo Pablo Emilio Moncayo, al soldado profesional Josué Daniel Calvo Sánchez y los restos del capitán Guevara, tal como lo comunicamos en misivas a colombianas y colombianos por la paz el 16 y 26 de abril y el 25 de junio pasados.


Con sentimientos de consideración y respeto,


Secretariado del Estado Mayor Central FARC-EP
Montañas de Colombia, 19 de julio del 2009

sábado, 4 de julio de 2009

Carta al padre de un prisionero de guerra


[En la fotografía dos guerrilleros posan junto a un helicóptero de las Fuerzas Armadas del Brasil, durante la última jornada de liberaciones unilaterales realizadas por las FARC-EP en enero de 2009]


Señor
Luís Alberto Calvo Marín

Le hacemos llegar nuestro cordial saludo.


Siendo evidente que este gobierno tiene muy malas costumbres tales como esconder y negar sus bajas reales en la confrontación y dar la espalda a sus servidores cuando caen en desgracia, queremos informarles a través de esta comunicación pública, que su hijo, el soldado profesional Josué Daniel Calvo Sánchez, fue capturado por guerrilleros de las FARC-EP y atendido por unidades médicas nuestras, luego que fuera herido en combate y abandonado por sus jefes tras los enfrentamientos sucedidos el pasado 20 de abril, en el sitio El Encanto, de Vista Hermosa (Meta).


La intensidad de la guerra hace que capturas y bajas en los dos bandos, sean una dura y cotidiana realidad que este gobierno busca esconder o minimizar cada que es golpeada la fuerza pública, en su inútil empeño por negar el conflicto armado colombiano. A esa mentira reiterada, el presidente agrega una profunda indolencia y desprecio por los militares y policías prisioneros de guerra y por sus familias, pues erige sus odios personales y sus maniobras electoreras, en obstáculos insalvables que impiden un canje con la insurgencia o cualquier avance en la construcción de caminos de entendimiento.


Es el mismo desprecio ciego y criminal que ha mantenido con los familiares de los civiles asesinados cobarde y sistemáticamente por los militares y cuyos cadáveres exhiben, sin vergüenza ni pudor, como guerrilleros abatidos en combate como parte de la escabrosa estrategia por perpetuarse en el poder, del show presidencial y de la gran mentira oficial sobre la realidad, dimensión, calidad y esencia del conflicto colombiano.


Para hacer más evidente nuestra voluntad de lograr un acuerdo y como reconocimiento al esfuerzo humanitario de Colombianos y Colombianas por la Paz, hemos liberado unilateralmente, sin ninguna contraprestación, a varios de los retenidos. Y como es de público conocimiento la conducta del gobierno ante esta actitud de la guerrilla, ha sido la de sabotear o la de atacar las unidades nuestras encargadas de la entrega de los prisioneros. La soberbia oficial pretende aplastar al sentimiento humanitario.


Como es de público conocimiento, hemos decidido liberar sin contraprestación de ninguna índole al cabo Pablo Emilio Moncayo, reiterando de esta manera nuestra voluntad de avanzar en el canje y así lo anunciamos el pasado 16 de abril. Para evitar las acostumbradas provocaciones oficiales y considerando la sensatez y seriedad que han demostrado en este tipo de gestiones le hemos solicitado a Colombianos y colombianas por la Paz en cabeza de la senadora Piedad Córdoba, que ellos y el señor Gustavo Moncayo, se hagan presentes y reciban al cabo personalmente, como garantía del éxito en la liberación.


Señor Luís Alberto: no es nuestra política retener soldados, agentes de policía o infantes de marina y agregarlos a la propuesta de canje pues en ese sentido solo consideramos a quienes ejercen funciones de mando. Pero, por los imponderables de la guerra su hijo está prisionero en nuestros campamentos. Queremos liberarlo garantizando que en el camino a su libertad no tenga dificultades ni se le presenten situaciones que luego tengamos que lamentar. Por eso le estamos solicitando a Colombianas y Colombianos por la paz y a la senadora Córdoba que lo reciban en la misma oportunidad en que vengan a recibir al cabo Moncayo. No nos oponemos si el gobierno nacional considera que el CICR y la Conferencia Episcopal también estén presentes, pero la entrega se hará personalmente a los compatriotas mencionados.


La gran mentira de Uribe es que está terminando el conflicto, falsedad que desmiente él mismo al proponer un mayor presupuesto para los gastos militares y un aumento del impuesto de guerra.


Lo que ha logrado efectivamente este gobierno es aumentar las seguridades y privilegios de los ricos, mientras que quienes poco o nada tienen sufren más por la falta de empleo, salud, vivienda, educación, bienestar, seguridad y democracia real.


Por el contrario, lo que sí le ha aumentado al pueblo, es la cantidad de muertos que pone en esta guerra fratricida, porque mientras la sangre de los pobres, de uno y otro bando, empapa diariamente el suelo y los surcos de la patria como consecuencia del conflicto, los Álvaro Uribe, Sarmiento Angulo, Santo domingo, Santos Calderón, etc. y los hijos de todos ellos, gozan de sus inimaginables privilegios y de su criminal cobardía de azuzar la guerra sin ir nunca al campo de batalla a defender sus bolsillos e ideas con su propio pellejo, porque para eso utilizan a los pobres.
Pero por supuesto que no hay mal que dure cien años ni pueblo que lo resista!


De usted, atentamente,

Secretariado del Estado Mayor Central FARC-EP

Junio 28, 2009