Con la congresista de EEUU Nancy Pelosi & James McGovern
La senadora Córdoba no solamente actuaba con el
aval del ejecutivo; ella ha obrado en el marco de la Constitución, que consagra
como derecho y deber, la búsqueda de la paz
Doctora Piedad Córdoba Bogotá
Cordial saludo
Impulsados por el más justificado imperativo ético nos
dirigimos a usted para expresarle, en este momento crucial de su vida política,
nuestra solidaridad incondicional frente al brutal atropello de la Procuraduría
General de la Nación contra su esfuerzo humanitario por la paz de Colombia.
La decisión del Procurador Alejandro Ordoñez es un
verdadero esperpento jurídico y político, originado en la presión enfermiza, el
odio y la retaliación del ex presidente Uribe, jefe indiscutible, impune hasta
ahora, del paramilitarismo y la para - política en Colombia.
El país nacional no puede permitir que se abra paso la
absurda criminalización de la búsqueda de la solución política del conflicto.
Ordoñez actúa contra derecho. Es más
prevaricador que Procurador. Al inhabilitar por 18 años a la senadora,
pretendiendo su muerte política, no sólo se extralimita usurpando funciones
propias del Consejo de Estado; además sustenta su miserable decisión en los
supuestos datos de un computador, que no pueden constituir prueba jurídica,
porque fueron previamente manipulados por la policía, violándose así la cadena
de custodia.
En este caso no hay derecho a la defensa ni al debido
proceso. Nadie ha vencido en juicio a Piedad Córdoba. Constituye una paradoja
que los funcionarios delincuentes que la espiaban para incriminarla, ahora
huyan hacia el exterior intentando burlar la acción de la justicia.
La actuación del “Prevaricador General”, que convierte en
delito la lucha por la paz, lo evidencia como mandadero torpe e incauto. La
senadora Córdoba no solamente actuaba con el aval del ejecutivo; ella ha obrado
en el marco de la Constitución, que consagra como derecho y deber, la búsqueda
de la paz.
El engañoso término de la FARC-política fue una invención
del cabecilla paramilitar que ocupó la
presidencia de la República durante ocho años, como desesperado recurso
para desviar la atención sobre su responsabilidad penal en caso de la para -
política.
El proceso de la para-política está referido a votos y a
proselitismo armado de grupos paramilitares a favor de unas candidaturas al
Congreso. El jefe paramilitar, Salvatore Mancuso, se ufanó en su momento de que
su facción había logrado elegir más del 30 por ciento de los congresistas
colombianos. El paramilitarismo también contribuyó a elegir al presidente de la
República en dos oportunidades, a través de presiones, fraudes electorales y
financiación en dólares.
No puede haber proceso de FARC-política, porque nunca
hemos orientado votar por Piedad Córdoba. No
hemos participado en debates electorales desde que la intransigencia
oligárquica del país masacrara a la Unión Patriótica.
En el intercambio epistolar sostenido con la senadora en
torno a la solución política del conflicto, siempre hemos sostenido que el
acuerdo de paz que surja de la mesa de conversaciones FARC-gobierno, debe ser
refrendado por una Asamblea Nacional Constituyente, que le dé fuerza
constitucional a los mismos, a fin de que se asegure por esa vía, la aclimatación
de la paz. En el manifiesto de las FARC, documento en el que exponemos la
Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia, invitamos al país a trabajar por la construcción de una alternativa
política hacia la paz, propósito que hoy reiteramos.
La sanción contra Piedad Córdoba es inmoral e injusta,
prejuiciada, y dictada por los más aviesos intereses políticos. El país
nacional, que hastiado del guerrerismo del Estado, anhela paz, debe rodear a la
senadora y acompañarla en su marcha resuelta tras este objetivo. Si persiste la
injusticia, nadie podrá impedir que se levante en Colombia un poderoso
movimiento por la paz liderado por sus hijos e hijas más preclaro s.
Como un gesto de humanidad y de desagravio a la senadora
de la paz, liberaremos a los siguientes cinco
prisioneros: Mayor de la policía Guillermo Solórzano, Cabo del ejército Salín
Sanmiguel, Infante de marina Henry López Martínez, y a los presidentes de los
consejos municipales de San José del Guaviare Marcos Vaquero y de Garzón Huila
Armando Acuña, estos últimos investigados por las FARC por corrupción. La decisión está tomada y la fecha
dependerá de las garantías que otorgue el gobierno para que la senadora Córdoba
pueda recibir a los que serán liberados.
Nuestra lucha por el canje de prisioneros de guerra se
mantiene. No cejaremos en el propósito de buscar la liberación de Simón
Trinidad -arquetipo del decoro y la firmeza del revolucionario Fariano, y el
retorno de los nuestros, desde las cárceles del régimen y del imperio, a los
campamentos insurgentes. Para todos ellos nuestro mensaje de aliento y
esperanza.
Senadora Piedad Córdoba: compartimos con usted y con la
inmensa mayoría de nuestros compatriotas, que la guerra no puede ser el futuro
de Colombia.
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC - EP Montañas de Colombia, diciembre de 2010
domingo, 14 de noviembre de 2010
Estamos seguros que la nueva presidencia del Brasil jugará papel
determinante en la aclimatación de la paz regional
Compatriota
DILMA ROUSSEFF
Presidenta electa del Brasil
Desde las montañas de Colombia, nuestro
saludo cordial, bolivariano, con anhelo de Patria Grande.
Permítanos adherimos a la justificada
alegría del gran pueblo de Luis Carlos Prestes, ante el hecho relevante de
tener, por primera vez en la historia del Brasil, una presidenta; una mujer
ligada siempre, a la lucha por la justicia.
Presidenta Dilma, para usted, nuestro
aplauso y reconocimiento.
Su exaltación a la presidencia de la
República Federativa, sumada a su pública convicción de la necesidad de una
salida política al conflicto interno de Colombia, ha centuplicado nuestra
esperanza en la posibilidad de alcanzar la paz por la vía del diálogo y la
justicia social.
Estamos seguros que la nueva presidencia
del Brasil jugará papel determinante en la aclimatación de la paz regional y en
la hermandad de los pueblos del continente.
De usted, atentamente,
Secretariado del Estado
Mayor Central de las FARC-EP
Montañas
de Colombia, Noviembre 1 de 2010
Nuestra solidaridad y
condolencia por el deceso del ex presidente Néstor Kirchner
Doctora
CRISTINA
FERNÁNDEZ DE KIRCHNER
Presidenta de la República de Argentina
A
su Excelencia, a la familia Kirchner, nuestra solidaridad y condolencia por el
deceso del ex presidente Néstor Kirchner. Nos sumamos al
sentimiento del pueblo argentino seguidor de sus banderas sociales.
Ha
partido un latinoamericano insigne. Un hombre que batalló denodadamente por la
consolidación de un organismo multilateral independiente del poder de
Washington, propio de Nuestra América, sin tutelas imperiales, que se ocupara
de nuestros asuntos internos, regionales. Siempre agradeceremos su humana
preocupación por la paz de Colombia, su participación en los procesos de
liberación de prisioneros de guerra en el marco del conflicto social y armado
que vive el país, y la eficacia de su diplomacia serena para restablecer la
concordia entre naciones hermanas.
En
este bicentenario de los gritos simultáneos de independencia latinoamericana,
qué bueno sería considerar a nivel de gobiernos y pueblos la idea grandiosa del
Libertador Simón Bolívar de conformar en este hemisferio una Gran Nación de
Repúblicas.
Sea
esta la ocasión para reiterarle a UNASUR los puntos de vista expuestos en la
carta que le dirigiéramos el mes de agosto pasado.
Reciba
usted, señora Presidenta, nuestro saludo de compatriotas,
Secretariado del Estado
Mayor Central de las FARC-EP
Montañas
de Colombia, octubre 30 de 2010
martes, 12 de octubre de 2010
Homenaje ySemblanza
del guerrillero heroico
“Nacimos para vencer, no para ser vencidos” Jorge Briceño
Una muerte gloriosa
triunfa sobre el tiempo
y prolonga la sublime
existencia, hasta la más remota posteridad. SIMÓN BOLÍVAR
30 aviones
y 27 helicópteros, 7 toneladas de explosivo tritonal y la tecnología militar de
punta del South Command estadounidense y del Mossad israelí, el uso
desproporcionado de la fuerza y la violencia terrorista del Estado, todos,
contra un hombre en su cuartel de la montaña, que no era un hombre, sino un
pueblo.
Lo ocurrido
en la madrugada del 22 de septiembre en las selvas de La Macarena no fue un
combate, sino un vil asesinato, una masacre ejecutada a mansalva y sobre seguro
por un Estado terrorista subordinado a los dictados de Washington. Contra el
comandante Jorge Briceño, del Secretariado de las FARC, fue concentrado todo el
fuego y todo el odio de una casta dominante criminal, de ultraderecha, que por
décadas ha ensangrentado y empobrecido al país.
Era Jorge
un símbolo telúrico, potente, de la rebeldía y la esperanza del pueblo llano de
Colombia, salido de la escuela de guerra de guerrillas móviles del legendario
Manuel Marulanda Vélez. Era un ser excepcionalmente humano, y por ello, amado
por la gente y por la tropa guerrillera. En tiempos de la zona de distensión y
de los diálogos de paz, cuando aparecía de vez en cuando en la población de La
Macarena, un enjambre de niños descalzos y descamisados, bulliciosos, lo seguía
por las polvorientas calles, y él, feliz, dejaba que le quitaran la boina y que
saltaran en su corazón, como en la canción Jojoy del cantautor Julián. Era un
imán en traje de fatiga arrastrando pueblo a su paso, fundiéndose con sus
sueños. Campesinos, obreros, desempleados, alcaldes, curas, académicos,
sindicalistas, maestros, estudiantes, afro descendientes, amas de casa,
escuchaban la magia torrencial de sus palabras que aludían a un sueño llamado
Nueva Colombia, Patria Grande y Socialismo.
Era un
duro, sí, pero aprisionado por una gran ternura. Recio con el enemigo,
afectuoso con su pueblo. No faltaba en su mochila de campaña el Diario del Che.
Bebía con avidez el pensamiento de Guevara, y del guerrillero heroico había
aprendido a endurecer, sin perder la ternura jamás. Era un guerrero enamorado
del fulgurante amor de los héroes por la libertad y la justicia.
Había
Ingresado a la guerrilla de las FARC en 1968. Eran los tiempos feroces de la
represión y la exclusión brutal del Frente Nacional bipartidista y oligárquico,
que pretendió criminalizar el derecho de los pueblos a la opción política.
Empuñando la bandera comunista, siempre al lado de Manuel y de Jacobo, se forjó
como guerrero en las vicisitudes de la guerra justa contra la opresión.
Lo de
“Mono” por lo catire o de cabello claro, rubio, o huero. Lo de “Jojoy”, por una
muletilla de juventud. Así, el joven “Mono Jojoy” trasegó con su fusil y su
política al hombro, las tres cordilleras andinas de la arriscada geografía
colombiana.
Su primera
revolución triunfante, fue la librada consigo mismo. Implacable con sus lastres
humanos, poco a poco, doblegándolos a pulso, fue levantando hacia el cielo la
gran mole de su arquitectura política y guerrera, de hombre nuevo. Su pasión
por la libertad y ese anhelo de dignidad para todos que abrazaba su corazón,
fue el arpegio más sonoro de su fibra humana.
La figura
de Jorge continúa su incesante crecimiento en las selvas inmensas del Caguán,
en sus puertos fluviales de amarillento caudal, hasta alcanzar la inusitada
dimensión de la leyenda. Incansable constructor de partido y de milicias
populares, agitador de la Unión Patriótica como alternativa política, impulsor
entre la población de la sustitución de cultivos de coca por siembras de caucho
y cacao. Consciente de la importancia de la propaganda revolucionaria instaló,
por primera vez, una impresora offset montaña adentro. En Remolinos y en Santo
Domingo es el hombre de la logística, de los uniformes, de las armas, de las
finanzas. Formador de cuadros, llamaba a los cadetes egresados de la Escuela Nacional,
para tomar de ellos, aún frescos, los nuevos conocimientos y técnicas
aprendidas. Nunca percibió sombras en los que podían saber más que él; por el
contrario, los acogió con admiración, y aprendió de ellos. Era un insaciable
fagocitando luces.
Luego el
guerrero irrumpe en los Llanos indómitos y bravíos, que tienen la extensión de
medio país y una rica historia de rebeldía contra el centro del poder. Allí
inscribió su nombre en moldes dorados de la mano de Marulanda y sus compañeros,
como destacado estratega militar y político, como luchador en la primera línea
de fuego y en la conducción del avance de las huestes guerrilleras hacia la
capital. Realmente el poder de Jorge, su liderazgo avasallante, cautivador, se
fundaba en la dirección colectiva y en el gran amor que le profesaban los
guerrilleros y el pueblo.
Ningún jefe
insurgente de Nuestra América había sido atacado con tanta saña. 50 bombas
inteligentes made in USA que demolieron y arrasaron su puesto de mando, no
fueron suficientes para saciar el odio de las oligarquías. Verificada la muerte
del comandante, el gobierno desencadenó, desde todos los flancos, el más infame
ataque mediático, con el propósito quimérico de aniquilar también su imagen y
su ejemplo de dignidad. No se trataba sólo de matar a la persona, sino al sueño
de esa inmensa muchedumbre de humildes que creen en el proyecto político
libertario de las FARC-EP. Sangre y fuego, tierra arrasada, terrorismo de
Estado, ha sido la práctica constante del régimen para defender los intereses
de las trasnacionales, la bolsa y el poder de una oligarquía apátrida y
arrodillada a los gringos.
Frente a la
barbarie del Estado, ni una sola palabra de la acuciosa Katerine Aston de la
Unión Europea, ni de aquellos que siempre están condenando nuestros modestos
medios de resistencia. No lo necesitamos; el poder moral de las FARC es
inexpugnable. Bien sabemos que por boca de ellos habla la iniquidad de los
imperios.
El
comandante Jorge encarnaba los más profundos sentimientos altruistas de las FARC,
en la lucha y resistencia de los pueblos contra el terrorismo de Estado. Como
es de conocimiento, los Estados terroristas, como el de Colombia, buscan
siempre proyectar su propia condición sobre quienes los adversan. Por eso, el
presidente Santos, ladrando desde Nueva York, muy cerca de su amo, desesperado
por deslegitimar la lucha de los pueblos por la justicia, tergiversa la
realidad del conflicto interno de Colombia, pretendiendo vanamente satanizar el
alzamiento armado, al referirse a Jorge como símbolo del terror y la violencia.
¿Qué más se
puede esperar de personajes tan siniestros? Hace poco, oficiando como ministro
de defensa y de los “falsos positivos”, Juan Manuel Santos se solazaba con los
cadáveres de guerrilleros abatidos en los Montes de María. Ahora, el actual
jefe de esa cartera, señor Rodrigo Rivera, se conduele más por la muerte de la
perra Sasha, que por los centenares de soldados muertos y heridos en el campo
de batalla de La Macarena.
La
fementida “Sodoma”, nombre de la operación que segó la vida de los nuestros, no
es otra cosa que el mismo Estado colombiano en su bancarrota moral. La
“madriguera” del verdadero monstruo terrorista es el Palacio de Nariño, sede
del gobierno de Bogotá. Desde allí se ha planificado el desastre humanitario
que padece la patria. Desde ese mismo antro, los cerebros de la seguridad
democrática, tan celebrada por el presidente Santos, ordenaron las masacres
contra la población inerme, las ejecuciones extrajudiciales (“falsos
positivos”), las fosas comunes, las detenciones masivas, las desapariciones y
desplazamientos forzados, y tantos otros abominables crímenes de lesa
humanidad.
A los que
hoy desde el gobierno, ebrios de triunfalismo nos conminan a la rendición, les
respondemos con las mismas palabras que el comandante Jorge Briceño le
dirigiera al general Padilla en enero de 2010, en respuesta a una exigencia
similar:
“…Que poco
nos conoce usted señor Padilla de León: con toda sinceridad, sin odios ni
resentimientos y con el respeto que todo revolucionario profesa por sus
adversarios, le respondo: No, muchas gracias, general.
En
las FARC no tenemos alma de traidores, sino de patriotas y de revolucionarios.
Hemos
luchado y continuaremos haciéndolo, con valor, entrega y sacrificio por
derrocar este régimen podrido de las oligarquías y construir otro orden social,
o por alcanzar acuerdos que ayuden a construir una patria en donde quepamos
todos.
Jamás
hemos proclamado el principio de la guerra por la guerra, ni asumido esta lucha
como algo personal, ya que nuestros objetivos son los de lograr cambios
profundos en la estructura social de Colombia, que por fin tengan en cuenta los
intereses de las mayorías nacionales y de los sectores populares y que
conduzcan al desmonte del actual régimen político criminal, oligárquico,
corrupto, excluyente e injusto, como está consignado en nuestra Plataforma
Bolivariana por la Nueva Colombia.
Con
la honestidad que corresponde a nuestro compromiso con el cambio social y la
lealtad que le debemos a nuestro pueblo, le aseguramos, que no vamos a desistir
después de más de 40 años de lucha, ni a aceptar una falsa paz. No
traicionaremos los sueños de justicia de la Colombia que clama por la paz con
justicia social, ni la memoria de los miles de muertos, ni a las víctimas de
las innumerables tragedias que ha ocasionado esta cruenta guerra, declarada por
la oligarquía al pueblo desde hace más de 50 años.
Colombia
necesita encontrar los caminos que conduzcan a poner fin a esta guerra entre
hermanos, senderos de reconciliación que nos lleven a Acuerdos de Paz. Pero no
será a través de una paz falsa donde una minoría oligárquica continúa
acaparando todas las riquezas, a tiempo que las grandes mayorías nacionales
quedan aplastadas por el peso de la pobreza, el terror militarista, la miseria
y la degradación moral de una clase dirigente corrupta hasta los tuétanos, el
camino más seguro para alcanzar la reconstrucción de la patria y la
reconciliación de los colombianos.
Una
paz entendida como rendición o entrega es una fantasía de la oligarquía y solo
sería un crimen de lesa traición al pueblo y a sus históricos anhelos por
alcanzar, al fin, la justicia social para todos.
Acuerdos
de paz sí, pero, el punto cardinal es: ¿con o sin cambios estructurales en lo
político y social?
¿Más
Democracia o más autoritarismo y más represión y arrodillamiento al imperio?
Lo
invitamos a reflexionar sobre estas serenas palabras plenas de sensatez y
actualidad, contenidas en el mensaje que dirigió el comandante Manuel Marulanda
Vélez a los miembros de las Fuerzas Militares:
El futuro
de Colombia no puede ser el de guerra indefinida, ni el de expoliación de las
riquezas de la patria, ni puede continuar la vergonzosa entrega de nuestra
soberanía a la voracidad de las políticas imperiales del gobierno de los
Estados Unidos; nosotros estamos en mora de sentarnos a conversar en serio para
dirimir nuestras diferencias, mediante el intercambio civilizado de opiniones
hacia la solución definitiva de las causas políticas, económicas y sociales
generadoras del conflicto interno, para bien de las futuras generaciones de
compatriotas ”...
Para
algunos analistas mercenarios, que posan de sabiondos del conflicto, el golpe
de la Macarena “deja a las FARC descabezadas sin posibilidades de
recomposición”. El agente de la CIA,
Alfredo Rangel, cree que las FARC quedaron “huérfanas” y heridas en su moral,
ad portas del abandono de la lucha armada… Se equivocan. Como siempre,
parecieran caminar con los ojos vendados por los precipicios de la realidad. Se
niegan a entender que somos una dirección colectiva, un cuerpo colegiado de
conducción política y militar en todos los niveles de su estructura de mando.
No atisban en la niebla de un análisis parcializado, motivado por las
fantasías, el poder de la cohesión que siempre ha distinguido al Estado Mayor
Central de las FARC y su Secretariado. Previendo que la lucha revolucionaria es
hasta las últimas consecuencias, todas las instancias de mando de las FARC
funcionan con suplencias para llenar oportunamente las vacantes ocasionadas por
la confrontación o cualquier otro motivo. Por eso el comandante Pastor Alape,
ante la desaparición de Jorge, pasó a ser miembro principal del Secretariado,
mientras al Bloque Comandante Jorge Briceño se le ha dado la posibilidad de
reestructurase, designando de su seno a un nuevo suplente.
No somos
soldados bisoños que se dejan apabullar en el rumbo incierto de una batalla.
Nuestra guerra es por la paz, la Nueva Colombia, la patria Grande y el
Socialismo, en la forma de un nuevo poder. En el guerrillero fariano hay
conciencia y lealtad a la causa, y estará siempre, ávido de lucha y de
victorias. Como decía el Jorge unos días antes de su partida: “nosotros hacemos
parte de la lucha popular y el pueblo es invencible”.
La caída
del gran guerrillero revivió en el presidente Santos el desvarío del fin del
fin de la guerrilla, de la proximidad de una derrota de la insurgencia, que
nunca llegará, y que viene siendo pregonada desde 1964 para justificar la
obsesión militarista de un sector de la oligarquía, por temor, por físico
miedo, a una solución política que demanda el fin de sus privilegios. No se dan
cuenta que al cerrar las puertas del diálogo y la solución política están
abriendo las puertas de la revolución. Es lo mismo que dijo Fidel en su más
reciente reflexión: muy al contrario de lo que afirma el gobierno colombiano,
el asesinato del comandante Jorge… acelerará el proceso revolucionario en
Colombia.
Lo decimos
sin aspavientos, pero con radicalidad: si Santos quiere venir por nosotros, que
venga, pero que venga en persona sin utilizar carne de cañón que es pueblo
uniformado. La arrogancia y el tono de ultimátum de Santos tienen como fondo
las órdenes en inglés, que los guerrilleros que siguen las comunicaciones de la
fuerza pública, captan en los grandes operativos.
Hacemos
nuestras para este momento de coraje las reflexiones de Julius Fucik al pie del
patíbulo: “Cuando la lucha es a muerte;/ el fiel resiste;/ el indeciso
renuncia;/ el cobarde traiciona…,/ el burgués se desespera,/ y el héroe
combate".
Viendo la
ignominia de algunos reporteruchos y gacetilleros de la gran prensa,
encarnizados frente al cadáver del líder guerrillero, aullando sus denuestos,
es deber moral deplorar la bajeza ética de quienes pretenden inducir la opinión
nacional a favor del guerrerismo y del terrorismo de Estado.
Esa
maquinaria de la desinformación se ha dedicado a la satanización de la
guerrilla y a la santificación del gobierno. En sus espacios silencian la voz
del pueblo y sólo dan la palabra a expertos estipendiados por la CIA y el capital financiero, que encubren y
justifican los más fétidos crímenes de lesa humanidad consumados por el Estado.
De manera
repetitiva y en horario estelar, durante 15 minutos, los noticieros de
televisión, mostraron las imágenes del devastador bombardeo con el claro
propósito de legitimar el terrorismo institucional, provocar el aplauso a los
criminales, concitar el apoyo de la población a la política guerrerista del
Estado y uniformar al país con la visión del conflicto de la derecha
neoliberal.
No son
héroes los pilotos y artilleros del terrorismo que dispararon sus armas,
guiados por la tecnología, sino cobardes instrumentos de un poder tiránico y
pro yanqui que aspira a eternizar la injusticia sobre el suelo de Colombia.
Actúan contra su propio pueblo en beneficio de una potencia extranjera. Fue un
ataque artero, y sobre seguro. No es heroísmo disparar bajo el amparo de la
oscuridad y a varios miles de pies de altura, cuando no hay equilibrio de
medios de combate entre las fuerzas contendientes. Otro fue el resultado en
tierra: 30 militares muertos, 70 heridos.
Constatada
la infausta noticia para los humildes de Colombia, algunos periodistas
robotizados y carroñeros se abalanzaron sobre los pobladores de La Macarena
para forzarles una opinión adversa a la guerrilla o hacerlos asentir que la
municipalidad se había liberado de su principal verdugo. Descaradamente aludían
a Jorge a sabiendas de que este era el principal benefactor de toda esa
serranía. Durante décadas el poder central nunca quiso abrir la carretera que
desembotellara la rica región campesina. Jorge y sus guerrilleros la
construyeron, logrando comunicar por tierra a la Macarena con San Vicente del
Caguán y Neiva. Igualmente, en auxilio de aquella gente empobrecida construyó
la vía que conduce a Vistahermosa (Meta). Tendió puentes sobre caños y ríos,
bombardeados luego por la Fuerza Aérea, cuando ya habían sido entregados a la
comunidad. Bajo la conducción de Jorge se pavimentaron los barrios de San
Vicente del Caguán, se hizo el mantenimiento de las carreteras de los llanos
del Yarí, se pusieron en funcionamiento varios acueductos, se organizaron
brigadas de salud, se impuestó el consumo de licores para financiar maestros de
escuela... Y la población recuerda también con gratitud cómo se activó el
comercio bajo la tutela guerrillera. Esta hermosa historia que habla bien de la
preocupación social y del sentido solidario del comandante, no podrá ser
ocultada mientras perviva enraizada en el corazón de una población olvidada,
que sólo ha conocido la presencia del Estado a través de bombas y metralla.
Pese
a estar postrado por la diabetes, el comandante Jorge logró frenar por largos
meses en el área general de la Macarena, el avance de varias brigadas móviles
con más de 15 mil efectivos. Sobrecogidos por su dinámica arrolladora, por su
voluntad inquebrantable, e inspirados en su profunda admiración por el Che, le
habíamos dirigido las siguientes palabras: “Jorge, nuestros respetos. Gracias
por tu ejemplo, por tu inagotable capacidad de trabajo en medio del infortunio
de la enfermedad, y por enseñarnos cómo es que se debe combatir al adversario.
Nos alegra que hace rato hayas superado a tu arquetipo guerrero, el Che. Con lo
realizado por ti, ya no se trata de ser como el Che, sino de superar al Che. La
puso muy alto, hermano”. A lo cual respondió con su modestia de siempre: “No la
hemos puesto tan alto, es que estamos haciendo poco con base en la tarea
estratégica que nos corresponde. Estamos es despertando un pequeño gigante
dormido”.
El parte
militar del Bloque Oriental en el mes de agosto es el siguiente:
Ahora, a
los guerrilleros de las FARC nos toca ser como Jorge, el más contumaz de los
guerreros de Manuel. Aunque la tarea no es nada fácil, es nuestro deber. Sus
palabras resonarán en las mentes guerrilleras: “nacimos para vencer, no para ser
vencidos”.
Son
invencibles los soldados de Manuel Marulanda Vélez porque su bandera es la
causa del pueblo, porque sus fusiles son la justicia social, la independencia y
la libertad combatiendo por la Patria Nueva, porque marchan hacia la victoria
con la potencia demoledora del pensamiento de Marx y de Bolívar, con el plan
estratégico y el pueblo organizado.
Del Jorge
del último tramo de su fecunda vida insurgente, debemos resaltar:
Elegido por
la Octava Conferencia Guerrillera en 1993 como miembro del Secretariado de las
FARC, inicia su ascenso imparable hacia el cenit de los héroes. Con las
conclusiones de plenos y conferencias guerrilleras en mano, sigue el pulso al
avance del plan estratégico, denominado Campaña Bolivariana por la Nueva
Colombia, al lado de su gran maestro el comandante Manuel. Reajusta planes y
estructuras de mando y se ocupa del buen funcionamiento de las direcciones. Se
echa al hombro la escuela nacional de cuadros Hernando González Acosta y su
preocupación es la formación de los nuevos comandantes. Organizador de Partido
Clandestino, de profundas convicciones comunistas declaraba luego de sus
reuniones de célula: “me bañé de comunismo, cumplí con mis tareas y deberes de
militante”. Apareció radiante el 29 de abril del 2000 en el lanzamiento del
Movimiento Bolivariano en San Vicente, al lado de Manuel Marulanda y Alfonso
Cano y sus compañeros de Estado Mayor. Feliz con las 30 mil personas
congregadas en la sabana; había sido artífice de la convocatoria del evento,
del reencuentro de Bolívar con su pueblo, y jugado papel fundamental en la
impresionante logística de la movilización. Meses después lo vimos al frente de
la liberación unilateral de más 300 prisioneros de guerra capturados en las
campañas militares del Bloque Oriental. “Los respeto –les decía Jorge-, porque
se rindieron en combate; ojo con lo que van a decir a la prensa, incluso si son
opiniones favorables a nosotros, porque eso los puede perjudicar”.
Necesariamente
debemos destacar su permanente interés y respeto por todos los movimientos
revolucionarios del mundo y por sus procesos. Apasionado por el estudio y la
superación personal, leía ávidamente y gustaba adentrarse tanto en la historia
universal como en la del país. Sólo dormía 3 o 4 horas para dedicar la mayor parte
de su tiempo a la organización y al impulso de las tareas revolucionarias.
Mamagallista excelso y profundo conocedor de sus tropas, sabía escuchar y ser
autocrítico. Intenso en todo, en el combate, en la política, atento a los
cambios en la modalidad operativa del adversario, y muy eficaz en el
cumplimiento de las tareas del movimiento.
Hombre
franco, directo, realista, riguroso, fraternal, leal a la causa revolucionaria,
camarada y amigo de verdad, sin duda sus más caros valores. No permitiremos que
estos atributos de la personalidad del comandante Jorge sean manipulados por
seudo-periodistas empecinados en vejar su memoria.
De todas
maneras, con Manuel, con Jacobo, con Jorge, con Raúl, con Iván Ríos y con todos
los caídos, con el Libertador, los guerrilleros de las FARC entraremos a Bogotá
en los puños levantados del pueblo, cabalgando en la insurrección, para
instaurar en la plaza de Bolívar el nuevo gobierno, patriótico y bolivariano
inspirador de nuestra lucha. Justa; mil veces justa: un derecho universal
imprescindible para destruir el mal mayor de la opresión. Los colombianos,
tenemos todo el derecho del mundo a vivir en dignidad, en paz, en democracia,
en soberanía y en libertad. Como dijo Jorge, “allá nos pillamos”.
¡Triunfar!
es la consigna. A los revolucionarios les decimos con Bertold Brecht: “Quien
aún esté vivo no diga "jamás"/ Lo firme no es firme/ Todo no seguirá
igual/ Cuando hayan hablado los que dominan/ hablarán los dominados/ ¿Quién
puede atreverse a decir "jamás"?/ ¿De quién depende que siga la
opresión? De nosotros/ ¿De quién que se acabe? De nosotros también/ ¡Que se
levante aquél que está abatido!/ ¡Aquél que está perdido, que combata!/ ¿Quién
podrá contener al que conoce su condición?/ Pues los vencidos de hoy serán los
vencedores de mañana/ y el jamás, se convierte en hoy mismo”.
Gloria a
los héroes caídos en la resistencia al opresor, es el grito del comandante
Jorge resonando en lo más profundo de la conciencia guerrillera. Gloria a Raúl
Reyes, gloria a Iván Ríos, gloria a los caídos en Sucumbíos, gloria a todos los
combatientes que han entregado su vida por la causa de la libertad, HASTA
SIEMPRE.
Hasta
siempre, Jorge, camarada, comandante, amigo. Venceremos.
Honor al
comandante Jorge Briceño, héroe de la libertad, de la Nueva Colombia, la patria
grande y el socialismo.
Secretariado del
Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, octubre 8 de 2010
Año bicentenario del grito de independencia
miércoles, 29 de septiembre de 2010
¡Jorge
Briceño, un héroe caído en la resistencia al opresor!
¡Gloria
eterna a todos los combatientes que han entregado su vida por lacausa
de la liberación de nuestro pueblo! ¡Gloria eterna al comandante Jorge Briceño!
Con profundo dolor, con el puño cerrado y el pecho
oprimido de sentimiento, informamos a nuestro pueblo colombiano y hermanos
latinoamericanos, que el comandante Jorge Briceño, nuestro bravo, altivo y
héroe de mil batallas, comandante desde las épocas gloriosas de la fundación de
las FARC-EP, ha caído, en su puesto de combate, al lado de sus hombres y al
frente de sus responsabilidades revolucionarias, como resultado de un cobarde
bombardeo al estilo de las blitzkrieg del ejército Nazi. Junto a él cayeron
otros 9 camaradas a quienes también rendimos nuestro sentido homenaje.
Ha dejado de existir un hombre excepcional, de
singulares virtudes personales, gran amigo y Camarada de extraordinario talento
organizativo y militar. Un revolucionario ejemplar que dedicó por entero su
vida a la causa de los humildes, maestro, preceptor y conductor de guerrilleros
revolucionarios. Combatiente indoblegable, que durante más de cuatro décadas
hizo morder el polvo de la derrota al ejército de los falsos positivos, aliado
de los paramilitares, vasallo del imperio yanqui y enemigo jurado de los
cambios sociales y de nuestro pueblo.
No nos quejamos. Como revolucionarios somos
conscientes de los riesgos de una lucha como la que enfrentamos, obligados por
las circunstancias, contra un enemigo implacable, en el tránsito por alcanzar
la paz democrática con justicia social.
Nuestro compromiso con el cambio social y la Nueva
Colombia no se doblega por los golpes que podamos sufrir en la lucha por
conquistarla o por la caída en combate de nuestras unidades, que aunque nos
duelen profundamente, también nos comprometen y estimulan a continuar adelante
con mayor ahínco como homenaje a su memoria, a sus enseñanzas, a su ejemplo
heroico, a su entrega y sacrificio.
Desde muy joven, "el Mono", como
fraternalmente le llamábamos, abrazó la lucha revolucionaria. Siendo un
campesino adolescente se vio envuelto en la vorágine de la violencia
oligárquica contra el pueblo, que devino después del asesinato de Gaitán en
1948.
Desde 1968, empuñó las armas en defensa de su vida y
de su pueblo. Aguerrido y audaz combatiente de primera línea durante toda su
vida, fue, con Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arenas, Efraín Guzmán y una
pléyade de revolucionarios, insigne constructor de las FARC-EP, por lo que
siempre lo llevaremos en nuestro corazón al lado de ellos y de Jacobo Prías
Alape, Isaías Pardo, Hernando González Acosta, Raúl Reyes, Iván Ríos y tantos
otros que han ofrendado su vida en el altar de la patria por la liberación de
nuestro pueblo de la opresión militarista y oligárquica, por una Colombia
democrática con dignidad, paz y justicia social.
Pasado el tiempo, se borrarán y olvidarán todas las
calumnias, comparaciones e infamias difundidas sobre él, por sus enemigos de
clase, por los gacetilleros y pirañas informativas al servicio de la
desinformación y la guerra mediática, y será recordado eternamente por su
pueblo, por los revolucionarios y los guerrilleros, como uno de sus más
resueltos y firmes representantes, ejemplo de lealtad al ideario bolivariano,
dignidad, transparencia, espíritu de sacrificio y valor a toda prueba.
En instantes como el actual, con profunda emoción y
plenas convicciones, el Secretariado, El Estado Mayor y la guerrillerada
reiteramos nuestra fidelidad a la causa de las FARC - EP, firmeza con sus principios
revolucionarios y bolivarianos de independencia, justicia, dignidad y cambio
social, banderas que jamás arriaremos!
Informamos que el Comandante Pastor Alape, es nuevo integrante pleno del Secretariado del Estado
Mayor Central. También que el Bloque Oriental de las FARC - EP se llamará a
partir de la hoy “Bloque Comandante
Jorge Briceño” que continuará el desarrollo de sus planes bajo el mando del
Comandante Mauricio Jaramillo.
Una vez más, como desde hace 45 años lo hemos
manifestado, reiteramos nuestra disposición a buscar la solución política del
conflicto que logre abrir caminos de convivencia atacando y superando las
causas que lo generan. Pero, en el entendido que iniciar un dialogo no puede
condicionarse a unas exigencias unilaterales y a unos inamovibles, que como la
historia reciente lo evidencia, todo lo que logran es dificultar cualquier
intento de acercamiento.
A los combatientes revolucionarios del país los
convocamos a redoblar la lucha y los esfuerzos por los objetivos de la libertad
y los cambios. Los desesperados y mentirosos llamamientos de la oligarquía a
abandonar nuestras convicciones, decisiones e ilusiones, solo pretenden llevar
un mensaje de desesperanza a nuestro pueblo, que siente en las banderas de
lucha guerrillera revolucionaria la posibilidad real de un futuro amanecer que
lo reivindique y colme sus aspiraciones.
¡Gloria eterna a los héroes caídos en la resistencia
al opresor!
¡Gloria eterna a todos los combatientes que han
entregado su vida por la
causa de la liberación de nuestro pueblo!
¡Comandante Jorge Briceño, héroe de la Libertad, la
Nueva Colombia, la Patria Grande y el socialismo: Presente, hasta siempre!
Secretariado de las FARC-EP
Montañas de
Colombia, Septiembre 25 de 2010
viernes, 24 de septiembre de 2010
De Resistencia, a la comunidad nacional e internacional, con motivo de los acontecimientos en las selvas del sur de Colombia
El pueblo de Colombia y el mundo observan el triunfalismo macabro y la euforia guerrerista de la clase gobernante colombiana, hecho perfectamente reflejado en la prensa amarillista del régimen, que acuciosa ha desplegado ediciones especiales, no para lamentar la violencia y clamar por la paz, como demandan los colombianos, sino para cantar una falsa y victoriosa aniquilación de la insurgencia.
Voceros de gobierno y analistas de bolsillo nutren la pretensión que por medio siglo ha amamantado la clase terrateniente y corrompida que gobierna: exterminar por la vía militar a la rebelión insurgente.
Cuán lejos están de la realidad que representan las FARC-EP en Colombia, y su símbolo revolucionario de resistencia, guías que hoy se propagan incluso más allá de la América Latina.
Sabemos que los ejecutores de la guerra del régimen, ni por un minuto piensan que sus bombas de racimo pueden alcanzar a sus soldados y policías que permanecen como nuestros prisioneros de guerra en la selva. Nada les detiene de lanzar sus bombardeos feroces, inclusive asesinar a mansalva a sus propios hombres que dignamente han defendido sus políticas.
Esta es la personalidad violenta y excluyente del régimen que enfrentamos, y que pese a los avatares de la confrontación, seguiremos enfrentando mientras tengamos, como hasta hoy, el respaldo popular de las gentes humildes y negadas que engrandecen la resistencia guerrillera. Ahí está el secreto que nos proyecta al futuro tanto en las selvas como en las ciudades de Colombia.
Mientras haya injusticia, desplazados y desterrados, acaparamiento de la tierra y la riqueza, bandas de narcotraficantes y paramilitares cogobernando, impunidad, corrupción, pobreza extrema, falta de garantías para participar políticamente por la vía pacífica y democrática, y mientras haya pérdida de soberanía y saqueo de nuestros recursos naturales, ahí seguirán apareciendo sin cesar los semilleros genuinos para la existencia de las FARC-EP.
No obstante seguimos reclamando una oportunidad para la paz, no para la rendición como obstinada y estúpidamente lo piensa el régimen. Lo que reclamamos ya lo comunicó con meridiana claridad nuestro comandante Alfonso Cano: el único camino es la solución política y pacífica para el conflicto social y armado interno, y en ella somos y seremos factor determinante, las demás estrategias solo contribuyen a prolongar el espiral de la guerra.
Finalmente queremos corroborar que no nos alegra la muerte de nuestro adversario. Jamás la revista y la emisora Resistencia, órganos informativos de las FARC-EP, han celebrado muerte alguna.
Por el contrario, asumimos con disciplina el pensamiento Fariano y los lineamientos del Estado Mayor y el Secretariado Nacional, que claramente y desde siempre han lamentado la violencia, y en cambio hemos defendido y propuesto el dialogo y la paz. Acaso no fue esa la inspiración de la exterminada Unión Patriótica ¿y no son los mismos lineamientos democráticos, pluralistas y pacifistas del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia?
Convocamos a la comunidad nacional e internacional a que no se deje engañar fácilmente con los cantos de sirena que han proclamado el presidente J. M. Santos desde Nueva York y sus esbirros desde los periódicos y micrófonos de Colombia.
No es por la vía de la exterminación del contrario que Colombia encontrará la paz y la reconciliación. En su momento el Secretariado habrá de comunicar la realidad de los hechos sucedidos en las selvas del sur de Colombia, por lo mismo no agregamos nada sobre estos acontecimientos. Entretanto, nos cubre el honor y la gloria de seguir luchando y resistiendo hasta alcanzar una Nueva Colombia, en paz con justicia y democracia.
Revista Resistencia, edición nacional, septiembre 24 de 2010
lunes, 23 de agosto de 2010
De las FARC-EP a la Unión de Naciones de Suramérica UNASUR
Aunque el gobierno de Colombia mantiene cerrada la puerta del
diálogo con la insurgencia acicateado por el espejismo de una victoria militar
y la injerencia de Washington, queremos reiterar a la Unión de Naciones del
Sur, UNASUR, nuestra irreductible voluntad de buscar una salida política al
conflicto.
Es un hecho que éste desbordó, desde hace años, el marco de las
fronteras patrias como consecuencia de las estrategias “preventivas” impuestas
a Bogotá por el gobierno de los Estados Unidos. Si Colombia hoy está ocupada
militarmente por una potencia extranjera, lo es en desarrollo de un interés
geoestratégico, de predominio continental y no en razón de una guerra local
contrainsurgente. Nadie discute que la Casa Blanca asume con preocupación
la presencia política, cada vez mayor en este hemisferio, de gobiernos que
optan por el decoro patrio y la soberanía.
En nuestro país, el Plan Colombia, la estrategia neoliberal, la
violencia institucional y para institucional, han agravado a niveles
insospechados el conflicto, haciendo muy difícil superar esta etapa de
confrontación fratricida sin la ayuda de países hermanos.
El drama humanitario de Colombia clama la movilización y
solidaridad continental. La obsesión oligárquica por someter militarmente a la
guerrilla desde hace 46 años, y la ejecución de los planes guerreristas y
represivos de Washington han costado innumerables masacres, fosas comunes como
la de la Macarena que esconde más de 2000 cadáveres: la más grande de América
Latina, crímenes de lesa humanidad llamados eufemísticamente “falsos
positivos”, un desplazamiento forzoso de cinco millones de campesinos,
desapariciones de ciudadanos por causas políticas, detenciones arbitrarias, 30
millones de pobres en un país de 44 millones de habitantes…
Algunos aluden frecuentemente a la obsolescencia de la lucha
armada revolucionaria, pero nada dicen de las condiciones y garantías para la
lucha política en Colombia. Otros ubican la amenaza en la insurgencia y no en
la estrategia neocolonial del gobierno de los Estados Unidos, pareciendo
ignorar que con guerrilla o sin ella el imperio dará curso a su agenda de
predominio. Y los hay también proclives a presionar a una sola de las partes
contendientes, casi siempre a la insurgencia.
La paz con justicia social y no la guerra por la guerra, ha sido
el objetivo estratégico de las FARC desde su surgimiento en 1964 en
Marquetalia. Si las conversaciones de paz de Casa Verde, Caracas, Tlaxcala y el
Caguán, no llegaron a feliz término, fue porque las oligarquías no quisieron
considerar ningún cambio en las injustas estructuras políticas, económicas y
sociales que motivan el alzamiento. Hoy enfrentamos, enarbolando
incuestionables banderas políticas, la más grande maquinaria bélica que haya
enfrentado guerrilla alguna, pero siempre luchando la posibilidad de una
solución política.
Señores presidentes: cuando lo estimen oportuno estamos dispuestos
a exponer en una asamblea de UNASUR nuestra visión sobre el conflicto
colombiano.
La paz de Colombia es la paz del continente.
Reciban nuestro saludo
De ustedes atentamente,
Compatriotas
Secretariado del Estado
Mayor Central de las FARC-EP
Montañas
de Colombia, Agosto de 2010,
Año
bicentenario del grito de independencia
jueves, 29 de julio de 2010
Las FARC-EP se dirigen al presidente electo, a Colombia y a los países
miembros de UNASUR (Parte 1)
Video conferencia del Comandante de las FARC-EP, camarada Alfonso Cano
Las FARC-EP se dirigen al presidente electo, a Colombia y a los países
miembros de UNASUR (parte 2)
Video conferencia del Comandante de las FARC-EP, camarada Alfonso Cano
Telesur registra nuestro camarada Timoleón Jiménez, como Nuevo Comandante en Jefe de las FARC-EP
Camarada Ivan Márquez
Saludo al Encuentro Nacional por l Paz en Barrancabermeja
Jesús Santrich e Iván Márquez en Oslo Noruega
Camarada Iván Márquez buscando la paz
Simón Trinidad, LO NECESITAMOS EN LA MESA DE DIALOGOS
Nuestros voceros en el diálogo
Voceros de las FARC-EP en la mesa de diálogos
Parte de Guerra
Camarada Alfonso Cano CUMPLIREMOS!!!
El filósofo de la paz con justicia social
Gloria eterna y lucha hasta vencer, el homenaje a nuestros héroes
Camarada Alfonso Cano CUMPLIREMOS!!!
Siempre pensando en la paz
Camarada Alfonso Cano CUMPLIREMOS!!!
Con el legandario camarada Manuel Marulanda
Camarada Alfonso Cano CUMPLIREMOS!!!
Camarada Alfonso Cano CUMPLIREMOS!!!
Con Patricia, su inseparable compañera
47 Años de Batallas por la Paz de Colombia desde la Resistencia Armada
Colombianas y colombianos, hermanas y hermanos de Latinoamérica: en este mes de mayo se cumplen 47 años de barbarie impuesta a nuestra patria, 47 aciagos años de muerte aleve, de persecución implacable, de encarcelamientos injustos, de negación de derechos fundamentales a los ciudadanos, de despojo de tierras y viviendas, de destierros y desplazamientos, de enriquecimientos inmorales y de empobrecimiento violento, tan violento como la pobreza misma, causados por los distintos gobiernos que han ejercido el poder para la opulenta minoría.
47 años de violencia partiendo desde el día que el bipartidismo liberal-conservador personificado en el excluyente, corrupto e infame pacto de alternación presidencial del Frente Nacional, en el gobierno de Guillermo León Valencia tomó la decisión de enrumbar el curso histórico de la patria por los despeñaderos de la barbarie, lanzando la más grande ofensiva militar que hasta el momento se conociera en Latinoamérica, con más de 16.000 efectivos de la fuerza armada gubernamental y orientada desde la Casa Blanca, en su estrategia para el control geopolítico del continente y contener los vientos de dignidad e independencia que soplaban desde la revolución cubana, articulado en el Plan LASO (Latin American Security Operation)para aniquilar al campesinadode Marquetalia.
Es que la violencia y el arrodillamiento ante el amo yanqui, ha sido por excelencia la conducta política de las clases gobernantes en Colombia.
Hay verdades que incomodan a las clases que detentan el poder y a sus portavoces, como la de que, la violencia es la característica principal de su conducta política, y por eso lanzan a escena todo su tinglado mediático para hacer de sus trampas y mentiras “verdades oficiales”, como la justificación para la agresión a las comunidades agrarias en Marquetalia, bajo el estigma de “repúblicas independientes”, cuandoel corifeo de la sinrazón, en el congreso de la república, encabezado por el senador ultraconservador Álvaro Gómez Hurtado azuzó el terror para desplazar a sangre y fuego la resistencia en Marquetalia, por encima del clamor nacional de paz que los acompañó, y obligándolos a proferir la resistencia de las FARC-EP que crece imbatible acompañada de amor, esperanzas, iniciativas y críticas de los colombianos.
Desde Marquetalia hasta hoy, las FARC-EP jamás hemos renunciado a la solución política del conflicto social y armado, que la oligarquía colombiana profundiza en cada ciclo de gobierno, porque la búsqueda de la paz con justicia social es parte de nuestra génesis y razón de lucha, además de la certeza de que es con la participación del pueblo volcado en acciones e iniciativas como la construiremos.
Es con el pueblo empujando por la distribución justa de la tierra, por el establecimiento de efectivas políticas de salud que prioricen en el hombre y en la mujer y, no en las cuentas bancarias de los emporios económicos de la corrupción que la comercializan; por alcanzar estrategias sociales que prioricen en vivienda digna en campos y ciudades, educación para todos, democracia plena para la convivencia nacional y el ejercicio pleno e integral de los derechos humanos; por reducción del gasto militar y el redireccionamiento de la política de defensa.
Es la movilización de todos los sectores de la sociedad colombina quien impondrá la salida política del conflicto, iniciando con el acuerdo humanitario que libere a todos los presos políticos que se encuentran en las cárceles del régimen y a los prisioneros de guerra en poder de la insurgencia.
Cuando el gobierno ordenó el ataque a Marquetalia, los campesinos agredidos elevaron su voz por salidas de paz y bienestar, pero la ambición bipartidista del Frente Nacional desató el desangre que nos azota. Y todas las amenazas cayeron contra las fuerzas de resistencia encabezadas por los legendarios comandantes Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arenas, Isaías Pardo, Hernando Gonzales Acosta, Jóselo Lozada, Ciro Trujillo, Miguel Pascuas, Fernando Bustos, Jaime Guaracas, Miriam Narváezy los 46 integrantes de la pléyade fecunda de la gesta Marquetaliana y de la insurgencia que hoy representamos las FARC-EP.
Y prometieron su aniquilamiento físico y con ello el fin de la resistencia en pocas semanas. Desde entonces las amenazas y el “fue dado de baja”, el “va gravemente herido”, el “le estamos respirando en la nuca”, “en cinco meses los derrotamos”,el “necesito otros cuatro años para derrotarlos”, o el “este es el fin del fin” ha sido el argumento para justificar el exponencial gasto militar, que ha disparado la fuerza pública armada a más de 500 mil efectivos, y que consumirá la quinta parte del presupuesto nacional del año entrante. Y, que además, recepcionó cerca de los casi $10.000 millones de dólares de ayuda norteamericana del fracasado Plan Colombia, ratificando lo falaz de la publicitada tesis gubernamental del “pos-conflicto”, pero profundizando las desigualdades que hoy deja a más de 30 millones de pobres.
En este casi medio siglo de confrontación armada, hemos puesto todas nuestras energías por la solución política del conflicto, pero los sectores del poder, que se crecen de privilegios en la guerra, han disparado sus arsenales para que ello no sea posible. Los acuerdos de la Uribe, firmados hace 27 años y que fueron esperanza de paz y prosperidad para la nación, fueron ahogados en sangre con el asesinato de más de cinco mil integrantes de la UP, el mayor genocidio contra un partido de oposición esperanzado de paz.
En Caracas y Tlaxcala pusimos todo nuestro entusiasmo por retomar los caminos de la solución política, pero el guerrerismo de la clase dirigente, ostentado en la guerra integral del gobierno neoliberal de Cesar Gaviria, le apostó al juego de la derrota militar de la guerrilla,y en lo económico a la llamada apertura, que dejó en la quiebra a cientos de medianas y pequeñas empresas elevando los niveles de pobreza.
A los diálogos del Caguán llegamos con los equipos espigados con las esperanzas de reconciliación del pueblo, pero la estrategia de la clase dirigente, orientada desde Washington, no era de paz, era ganar tiempo para recomponer las estructuras de su fuerza armada golpeada duramente por el accionar de las FARC-EP y desarrollar los planes de guerra contenidos en el fracasado Plan Colombia y poner el territorio a disposición de las fuerzas de ocupación yanquis y cabeza de playa para la agresión contra los pueblos hermanos de América Latina que construyen soberanía y democracia.
La violencia nunca ha sido nuestra razón de ser, la violencia nos la impusieron y es la característica principal de un régimen decadente que medra en ella. Que asesina a los opositores para monopolizar el poder político y crecer las chequeras de la corrupción o alcanzar reconocimiento dentro de la estratificación de la muerte que estableció el ministerio de la defensa, para recompensar los crímenes de Estado y que para eludir su responsabilidad, eufemísticamente los han denominado “falsos positivos”.
Violencia que ha desplazado a más de 5 millones de compatriotas y desaparecido a más de 19 mil colombianos, solamente en los 8 años de gobierno de Uribe Vélez, para enriquecimiento de industriales, agroindustriales, ganaderos, narco-terratenientes y militares.
Nuestra razón de ser es la paz de la vivienda digna, la del desarrollo humano equilibrado, la de la educación gratuita en todos los niveles, la de la salud preventiva para toda la nación, la de la reforma agraria integral que beneficie a las comunidades campesinas, indígenas y afro descendientes,la del salario justo y del empleo garantizado,la de la protección integral del medio ambiente, la de las garantías políticas para el debate y la participación en los órganos del poder político, la garante del ejercicio pleno de los derechos humanos integrales, la del respeto y garantías a las comunidades LGTV, la del reconocimiento pleno a los derechos de género, la del reconocimiento al aborto como parte sustancial de una sociedad que debe crecer en derechos y la del derecho a la protesta y a la movilización social.
Y por esta paz nos la hemos jugado toda, hasta la vida misma, como lo han refrendado con generosidadcientos de combatientes, entre quienes destacamos, con compromiso indeclinable, a los inolvidables comandantes guerrilleros Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arenas, Efraín Guzmán, Raúl Reyes, Iván Ríos, Jorge Briceño, Mariana Páez y a todos nuestros héroes farianos.
Compatriotas, la paz es un derecho que tenemos que hacer realidad en esta patria inundada de vejámenes.
La barbarie no puede seguir siendo parte de nuestro destino durante otros 47 años más, y menos ahora que con la movilización podemos imponernos un futuro cierto y civilizado, ahora que el terror y el miedo acrecentado por el modelo de Estado mafioso que implantó Uribe Vélez se devela de la corrupción que ocultó la exaltada “seguridad democrática” donde la parapolítica, la Yidis-política, los “falsos positivos”, los encarcelamientos masivos, las fosas comunes en todo el país, el robo de recursos destinados al campo mediante el programa “Agro-ingreso seguro” para enriquecimiento de los aliados clientelares del régimen, las zonas francas para beneficio del bolsillo familiar del ex presidente, los seguimientos ilegales del DAS, la extradición de sus aliados narco-paramilitares para asegurarse impunidad, las mansiones dentro de guarniciones militares para albergar a oficiales de las fuerzas armadas condenados por crímenes de guerra y de Estado no amedranta ya a nuestro pueblo, como este lo ha expresado ya en sus reiteradas manifestaciones.
Movilizaciones que vienen creciendo desde el año pasado, y crecerán, como el clamor de justicia social que reclama la nación, contra el continuismos del Uribismo que representa la “Unidad Nacional”del presidente Juan Manuel Santos, su neoliberalismo que propende un modelo de enclave garantista para las multinacionales minero-energéticas que profundizará la crisis humanitaria que afecta al país y la medioambiental que azota inclemente a la nación en cada cambio de estación, de recorte y represión a las libertadespúblicas, de profundización del conflicto social y armado justificado en una concepción de seguridad nacional impuesta desde Washington y que fundamenta todas las modalidades de crímenes de Estado que se aplican en Colombia, de impunidad a la corrupción que campea en todos los estamentos del Estado como los carteles de la salud que estableció la ley 100. Pero será la movilización y la unidad de todos, de todas las organizaciones y expresiones de lucha como será posible alcanzar la reconciliación y la reconstrucción de la nación, y nuestros esfuerzos, y los de todas y todos los combatientes farianos, se ponen a disposición de esta patriótica empresa.
A estos 47 años de barbarie oligárquica, tenemos que imponer la salida civilizada al conflicto con el incontenible poder de la movilización. Invitamos a todas las colombianas y colombianos, y a sus organizaciones para que visibilicemos todas las esperanzas de paz con justicia social que palpitan en el corazón de la patria, con actividades culturales, exposiciones de arte, de música, danza y poesía; en encuentros deportivos, caminatas ecológicas, encuentros literarios, grupos de estudio, foros, conversatorios, encuentros, talleres, movilizaciones y marchas, para que la antorcha de la paz se encienda desde ya, e ilumine las añosas esperanzas que nos han querido cercenar. Y saludamos a todas nuestras hermanas y hermanos de Latinoamérica que han venido acompañando al pueblo colombiano en este empeño.
Convocamos a todo el pueblo a la acción y a la movilización, para enrumbar a la nación por el camino de la solución política y dialogada, imponiendo reglas fiscales cuyo propósito consista en beneficiar a los más desprotegidos, con gravámenes más altos para los que mayores ganancias adquieran. A establecer una política de salud pública que haga énfasis en la colombiana y el colombiano común, y no en los bolsillos de los pulpos financieros y de los carteles mafiosos que de ella se benefician como lo evidencia el atraco de Saludcop producto de un modelo diseñado exclusivamente para beneficio económico de los empresarios.
Por una política educativa que redima y eleve los niveles de investigación científica de la nación y no la chequera de los monopolios privados de la enseñanza. A establecer una ley de víctimas, restitución de tierras, en beneficio de los sin tierra, de los despojados y de las víctimas, para que la impunidad y repetición de los crímenes de Estado no siga siendo la regla, y que avance hacia una profunda y verdadera reforma agraria y no la pretendida política del presidente Santos de entregar baldíos a los sin tierra y las tierras fértiles a los empresarios agroindustriales y terratenientes.
A que se protejan los recursos naturales de la explotación de las multinacionales que desplaza a la minería artesanal y a la pequeña minería y deteriora el medio ambiente. A derrotar el continuismo de la llamada “seguridad democrática”, ahora denominada “unidad nacional” y que persiste en la militarización de la nación y en la criminalización de la protesta social, de sus organizaciones y dirigentes. A imponer una reforma al infame régimen de pensiones y a las lesivas normas laborales que exprimen al trabajador y holgan a los patronos.
En estos 47 años de batallas por la paz de Colombia desde la resistencia armada, nos ratificamos en el empeño de la reconstrucción y reconciliación de la Colombia bolivariana, la patria grande y el socialismo, iluminados por el pensamiento unitario del libertador Simón Bolívar. Porque la unidad y la paz si son posible.
Estado Mayor Central de las FARC-EP Montañas de Colombia, mayo 27, 2011
En el 2011 redoblaremos actividades en todo sentido
Camaradas del Secretariado del Estado Mayor central, Estados Mayores de bloques y frentes, Comandos Conjuntos, mandos de Columnas Compañías, Guerrillas y Escuadras, guerrilleras y guerrilleros, integrantes de las milicias bolivarianas, compañeros del PC3 y Movimiento Bolivariano, reciban un cálido saludo revolucionario, colmado de mis mejores deseos por un año nuevo colmado de éxitos.
Al despedir el año que termina y saludar al 2011 envío a través de todos ustedes un mensaje solidario a los millones de colombianos que en estas épocas de intensas lluvias han sido víctimas de inundaciones y derrumbes como consecuencia directa de la inclemente, desmedida e irracional explotación capitalista de nuestras riquezas naturales, del aumento incontrolado de las aéreas destinadas a grandes potreros ganaderos que aceleran la erosión del suelo patrio, y, consecuencia también de la imprevisión, el desgreño y la corrupción que caracterizan la gestión de la administración pública en Colombia.
Saludo al pueblo que aguanta sobre sus hombros el peso de la crisis secular de nuestra sociedad, generada por la dependencia neocolonial de Washington, por el terror del Estado, por las estrategias neoliberales del régimen, por la estructura latifundista de nuestros campos y la corrupción que envenena las costumbres políticas, paraliza el progreso y acrecienta las grietas sociales.
De la multiplicidad de aspectos de primer orden que deber abocar a Colombia en el 2011, reclamo especial atención alrededor de dos proyectos de ley que hacen trámite en el parlamento, relacionados uno, con la reparación de las víctimas de la violencia que sufre el país desde hace ms de 62 años, y el segundo alrededor de la propiedad y usufructo de la tierra, temas interdependientes el uno del otro, dos caras de la misma moneda, vertebrales en la historia reciente de Colombia, muy densos para su tratamiento, pero esenciales, si se busca fomentar un futuro de reconciliación y democracia.
Los dos temas necesitan, y eso lo debemos luchar, bases ciertas y manejos serios, si se pretende contribuir de verdad a la solución del conflicto; en el primero el punto de partida debe ser el reconocimiento taxativo de los partidos tradicionales y del Estado, de su responsabilidad en el inicio de esta fase de la confrontación que nos azota desde 1948, dinamizada posteriormente durante la guerra fría, con la inserción de la doctrina de la seguridad nacional como concepción de Estado en Colombia. Un reconocimiento tal, desatara vertiginosamente un proceso de reconciliación basado en la verdad.
En el segundo, sobre una reforma agraria, es inaplazable regresar las tierras usurpadas en todos estos años a sus verdaderos dueños, a colonos y campesinos, así como restituir las suyas a las comunidades indígenas y entregar las que pertenecen a las comunidades negras; esto es imperioso, pero todo el proceso será un esfuerzo inocuo sino se tiene como sustento la decisión de liquidar el latifundio que crece como un cáncer.
Según un estudio del Instituto Geográfico Agustín Codazzi y de CORPOICA del año 2001, las fincas de ms de 500 hectáreas correspondían al 0.4% de los propietarios que controlaban el 61.2% de las superficie agrícola, en un proceso de progresiva e infame concentración que viene de años atrás y que no para.
Una ley de tierras moderna y con visión estratégica, sembradora de paz, debe incluir inexorablemente ayudas económicas y tecnológicas, facilidades para el mercadeo, vías, pero ante todo y necesariamente armonizar en ella lo social, lo territorial, lo cultural, lo ambiental y lo espacial en todos sus considerandos y prospecciones.
Estos dos proyectos de ley tienen un condicionante esencial en su elaboración, análisis, discusión, aprobación y concreción deben participar protagónica y decisoriamente los sectores afectados, el pueblo que ha sufrido en carne propia la violencia del Estado, del paramilitarismo y del latifundio.
Sera iluso pensar que un parlamento como el actual de tanta y tan reconocida herencia y representación narcoparamilitar va a sacar adelante una ley de tierras y una de reparación de víctimas que favorezca en justicia a los sectores populares.
Haciendo parte estos dos aspectos de la raíz del conflicto colombiano es evidente que se requiere de un escenario realmente democrático y representativo que agarre el toro por los cachos y proyecte una solución definitiva.
Con estos dos, otros temas reclamaran en el 2011 prioridad en el debate nacional como el inexorable desenmascaramiento del régimen delincuencial, mafioso y cipayo de Álvaro Uribe, el terrorismo del Estado, las concesiones mineras a las grandes transnacionales, el recalentamiento global, el TLC, la decreciente calidad de vida de los trabajadores colombianos bajo la estrategia neoliberal en curso, el desempleo, la inestabilidad laboral, la humillante precariedad de los salarios, la corrupción, la reconstrucción de las viviendas, ecónomas y poblados arrasados por las lluvias en estos meses; aspectos todos a travesados por el debate electoral para alcaldías y gobernaciones.
En todos esos análisis, movilizaciones y bregas participaremos vigorosamente con la plataforma bolivariana como faro, buscando que la unidad y organización del pueblo afiance sus luchas reivindicativas, las potencie, les posibilite ganar confianza en su fuerza independiente al mismo tiempo que aprende de su propia experiencia.
En todas esas jornadas seremos referentes o protagonistas desde la clandestinidad o desde la trinchera. No cejaremos un solo instante de luchar por la solución política del conflicto, por principios, por las certezas que nos motivan, porque somos revolucionarios porque amamos la paz. Las condiciones para lograr la justicia social, la democracia, la soberana y el socialismo, nos las impuso el Estado, no las escogimos nosotros.
Entendemos que nuestra dura cotidianidad hace parte de nuestro compromiso y concepción de la vida, de nuestros ideales políticos de nuestra ética y convicciones. No nos quejamos. Por ello y mientras no encontremos entre todos los caminos de la reconciliación y la convivencia democrática continuaremos desarrollando la guerra de guerrillas intensamente para resistir la agresión, participar dinámicamente en las luchas políticas y sociales y para abrirle caminos al poder popular y a la Nueva Colombia.
No en vano hemos resistido en los últimos 12 años la más grande ofensiva imperial en Latinoamérica contra una fuerza revolucionaria, con más razones, realidades sociopolíticas, ideología, moral revolucionaria y esfuerzos, que recursos económicos, así les duela a nuestros detractores.
Con las banderas del canje en alto saludo a todos los prisioneros de guerra a los presos políticos, mi abrazo solidario y combativo a todos ellos y a ese símbolo de la dignidad Fariana que es Simón Trinidad extraditado por un bandido mafioso, y condenado en un juicio político amañado en los Estados Unidos; nuestro afecto colectivo a Simón Trinidad que mostró ante el mundo la solidez de la moral que nos cimenta.
Saludo a las camaradas prisioneras que enfrentan con dignidad y altivez revolucionaria las continuas provocaciones y humillaciones de que son objeto por no ceder ni al asqueroso chantaje oficial, ni a las ofertas rastreras de algunas ONG de gruesas chequeras y reaccionarios pensamientos. La condición de guerrillera Fariana no tiene precio solo genera compromisos, orgullo y la inmensa satisfacción de vivir de pie con la frente en alto desbordando transparencia y entrega en la lucha por la nueva sociedad.
Saludo a los familiares de nuestros presos tan olvidados por los medios de comunicación.
Saludo a los guerrilleros, a los milicianos, a los combatientes bolivarianos y luchadores populares que se reponen de sus heridas o que han sido mutilados o dejados inválidos producto de los impactos de los sofisticados arsenales oficiales de la última tecnología que si están aprobados por el Derecho Internacional Humanitario.
En el 2011 redoblaremos actividades en todo sentido con la fuerza que nos proporcionan nuestras convicciones, el cuidado que nos impone la experiencia y el enorme aliento de todos los camaradas caídos y el de Manuel, Jacobo, Raúl, Iván, el de Jorge Briseño, ese huracán de verdades y compromisos revolucionarios, ese titán pleno de consecuencia en su pensamiento y práctica como combatiente bolivariano.
A todos el saludo convocante de las FARC-EP por avanzar el año que inicia en la solución política del conflicto, la justicia social, la soberanía nacional y la plena participación democrática del pueblo en la formación de su destino.
Éxitos en el 2011, fuerte apretón de manos y hasta la victoria.
FARC-EP / (Revista Resistencia, primera semana de enero 2011)
La paz de Colombia es la paz del continente, FARC-EP
"Señores presidentes: cuando lo estimen oportuno estamos dispuestos a exponer en una asamblea de UNASUR nuestra visión sobre el conflicto colombiano"
Conversemos: las FARC-EP al nuevo gobierno (Parte I)
En esta primera parte, el comandante Alfonso Cano habla de la tarea encomendada a J. M. Santos. Explica de que se trata o con que se come la “seguridad democrática”, la “confianza inversionista”, y las “bacrim” (mejor dicho: los tres huevitos de Uribe). El comandante insurgente además expone sobre el problema de la tierra, la pobreza, la injusticia, y reconoce también el accionar de sectores independientes y honestos que aún luchan desde el poder judicial contra la impunidad que pretende imponer el régimen para los corruptos miembros de su gobierno, responsables de crímenes de lesa humanidad, auspiciadores de la guerra, narcotraficantes y terratenientes la mayoría parapolíticos. Cano insta a J. M. Santos a que se desprenda de estos huevitos del crimen, y mejor considere el camino de la democracia, la justicia, los ddhh, es decir el camino para entenderse con la insurgencia revolucionaria de las FARC-EP.
Conversemos: las FARC-EP al nuevo gobierno (Parte II)
En esta Segunda parte, el comandante Alfonso Cano se refiere a las notables investigaciones que ha realizado la Corte Suprema de Justicia en aras de descubrir las garras del narco-paramilitarismo que se hizo al poder en Colombia a base del crimen, cuya última y avanzada expresión de gobierno es Uribe y el uribismo. El Secretariado de las FARC-EP en la voz de su comandante máximo INVITAN AL DIALOGO y la búsqueda de la solución política para el conflicto interno colombiano, con soluciones sociales y económicas que beneficien a todos los compatriotas. Cano insta al gobierno entrante: CONVERSEMOS, y pide que no le oculten a Colombia la tragedia de esta guerra que tiende a prolongarse. Y siempre habrá quien empuñe las armas para reclamar sus derechos si la oligarquía insiste y se empeña en negarlos, vaticina el comandante guerrillero.
Conversemos: las FARC-EP al nuevo gobierno (Parte III)
En la tercera parte el comandante Alfonso Cano invita a reflexionar sobre el actual régimen político corrompido y mafioso, profundiza el análisis sobre las problemáticas del campesinado y sobre la urgencia de una reforma agraria democrática. Explica por qué no es cierto que las FARC hayan tomado el camino del narcotráfico, se trata de una vulgar mentira para ocultar sí la narco-parapolítica del régimen uribista. –Estamos- dice Cano, desarrollando con convicción nuestros planes militares y políticos, pero sin perder de vista la búsqueda de la paz. La insurgencia invita a conversar, ese es el mensaje central de las FARC-EP.
Ante el triunfo ilegítimo del continuismo...
Las FARC-EP convocan a la movilización popular
“Este bicentenario del grito de independencia debe dar paso a la lucha del pueblo por sus derechos, por la patria, por la soberanía, la justicia social y la paz.” “...Sólo la lucha unificada puede conducirnos a una Colombia Nueva. Como lo hemos consignado desde Marquetalia en 1964: estamos dispuestos a buscar salidas políticas al conflicto, reiterando al mismo tiempo, que nuestra decisión de entregarlo todo por los cambios y los intereses populares, es irreductible, sin importar las circunstancias, obstáculos y dificultades que nos impongan. La justicia social espera triunfar en la movilización del pueblo.” (apartes del comunicado insurgente posterior a la elección del paramilitar Santos)
Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia
Rindamos tributo en esta efeméride al inca Tupac Amaru, al comunero José Antonio Galán, al negro José Leonardo Chirinos, y a todos los descuartizados por la criminal opresión de la corona española. Honor a la joven Policarpa Salavarrieta arcabuceada por los terroristas pacificadores encabezados por el general español Pablo Morillo. Gloria eterna a Francisco José de Caldas, Camilo Torres Tenorio, a Francisco Carbonel y a todos aquellos, que supliciados en los patíbulos, nos mostraron con su ejemplo el camino de la libertad. A los precursores de nuestra independencia, Miranda, Nariño y Espejo, nuestro reconocimiento eterno. Tenemos que desenterrarlos, sacarlos de las fosas del olvido en las que los ha confinado la mentirosa historiografía de los que desviaron el rumbo de la patria, para que sigan en batalla. FARC-EP, Año bicentenario del grito de independencia
Comandante guerrillero Jorge Briceño, conocido cariñosamente como El Mono Jojoy
Saludo al Congreso Fundacional del Movimiento Continental Bolivariano
Alfonso Cano, Jacobo Arenas y Manuel Marulanda, a comienzo de la decada de los ochenta
Partes de guerra FARC-EP
Manuel Marulanda visto por el pintor Botero
El legendario Manuel, Carlos Antonio Losada, Joaquin Gomez del Bloque Sur, y al fondo Ivan Rios
Sobre la liberación del
Cabo Moncayo
1. En cumplimiento de la palabra empeñada y en interés de que el cabo Moncayo y el soldado Calvo estén pronto en libertad, y que doña Emperatriz de Guevara pueda llevar los restos de su hijo, reiteramos que es necesario conocer los protocolos que puntualicen las garantías oficiales por medio de las cuales se impedirán provocaciones, como ocurrió en ocasión anterior con motivo de otras liberaciones unilaterales.
2. Una vez sean dados a conocer los protocolos de garantías por parte del gobierno nacional, será a través de la senadora Piedad Córdoba, como dirigente de Colombianas y colombianos por la Paz, que coordinaremos la preparación y materialización de estas liberaciones, con la participación del profesor Gustavo Moncayo y el acompañamiento humanitario del CICR y la Iglesia Colombiana.
Secretariado del Estado Mayor Central, FARC-EP
Diciembre del 2009
Comunicado del Frente 48
Homenaje a Manuel en Caracas
Las Lecciones de la Historia - por Pablo Catatumbo
La decisión de Uribe de permitir la instalación de 7 bases militares de los Estados Unidos en territorio colombiano es un acto de alta traición a la patria latinoamericana. Ceder el territorio como base de agresión contra países hermanos, contra los mismos connacionales, y como puntal de consolidación de una estrategia de predominio continental, debe llenar de vergüenza el alma de los colombianos. No hay argumento más irrisorio y cínico que el de Uribe para explicar, que en este caso, no se configura pérdida de soberanía, porque los militares colombianos estarían al mando de tales bases. Lo que ocurre en la base aérea de Tres Esquinas, o en Barrancón, es un mentís de proporciones faraónicas. Allí mandan los gringos. Los oficiales colombianos, como ocurría en Loma Linda, ni siquiera podrán aproximarse a las barracas e instalaciones donde trasiegan los militares norteamericanos. FARC-EP
La gran Colombia, compromiso de las FARC-EP
La guerrillerada en un momento de descanso
América Bolivariana en pie de Lucha
Programa Agrario de las FARC-EP proclamado en Marquetalia el 20 de Julio de 1964
Comandante guerrillero Iván Márquez al lado del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
Comandante Pablo Catatumbo, jefe nacional del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia
Entrevistado por TELESUR
Marcha popular en homenaje a Manuel
Joaquín Gómez, Simón Trinidad y Carlos Antonio Lozada, al lado del inolvidable Raúl Reyes
Raul Reyes, su memoria camina y combate por toda Colombia y convoca a la movilizacion popular
mural en homenaje al mas grande los guerrilleros de la America
Saludo de la Comisión Internacional al Camarada Fidel
AL en pie de lucha - FARC-EP
Comandante de la Columna Movil Jacobo Arenas, junto a dos guerrilleros indigenas del Cauca
Popularmente conocido como "Caliche", el comandante de la columna movil Jacobo Arenas conversa con la poblacion a escasos metros de la carretera Panamericana que une a Popayan y Cali en el suroccidente colombiano
Alfonso Cano / Comandante de las FARC-EP
Mensaje de Alfonso Cano Comandante en Jefe de las FARC-EP
Timoleón Jimenez, Alfonso Cano y Jorge Briceño junto al legendario comandante Manuel
Raúl Reyes, memoria indeleble en la batalla por el canje humanitario y la paz
Con Simón Bolívar y Manuel... Hasta la victoria!
Guerrilleros de las FARC-EP
Manuel vive y vivirá por siempre en las luchas populares de América Latina
¡La sencilléz, profundidad política y calidad humana de Iván Ríos vivirá por siempre!
Mensaje de Alfonso Cano en el lanzamiento del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia
44 Aniversario de las FARC-EP
Nuestra lucha hasta que regresen Simón y Sonia, prisioneros del imperio